TEGUCIGALPA, HONDURAS.-“¡Dale, juguemos, yo soy policía, traemos los carritos o podemos irnos en el avión!”, era el dilema que surgía en una plática entre un grupo de niños sentados en círculo en el macroalbergue de la Villa Olímpica.
Con toda la inocencia del mundo, la penuria de un hogar debido a las tormentas de noviembre fue olvidada unos momentos gracias a la magia de los juguetes.
Aunque sus sonrisas las ocultaba una mascarilla, en sus ojos, el espejo del alma, la alegría y esperanza eran evidentes, sus miradas denotaban felicidad y brillaron como la luz al recibir de manera tempranera un obsequio en vísperas de Navidad.
+¡Este es el momento de compartir! ¡Regale un juguete en Navidad!
La campaña solidaria “Regale un juguete en Navidad” que dirige desde hace 17 años EL HERALDO llegó hasta ellos a pesar de las circunstancias.
Antes de ser testigo del regocijo de los pequeñines, el equipo solidario de este rotativo se preparó con los juguetes donados por personas solidarias que saben que en esta época la hermandad debe imperar.
Emotiva entrega
A tempranas horas del domingo, uno de los vehículos del diario se convirtió en el transportador de ilusiones.
Tras ingresar en el macroalbergue del complejo deportivo que aloja a 69 familias damnificadas, la curiosidad de los infantes se hacía notar acompañada de un poco de timidez.
“¿Usted... qué trae en esas cajas? ¿Son juguetes? ¿Me va a dar uno?”, fueron algunas interrogantes manifestadas por niños y niñas.
Frente al automóvil, visto por los pequeños como un trineo navideño, las filas no se hicieron esperar.
Con la ayuda de las integrantes de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), el viaje de la solidaridad inició frente a los cubículos portátiles.
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Poco a poco, los niños fueron despertando e incorporándose a la entrega, unos más activos que otros, de manera ordenada esperaron su turno antes de recibir a sus nuevos amigos.
Tras alegrar la mañana del primer grupo, el “trineo” avanzó hacia el Gimnasio Uno y Dos.
Especial
En el trayecto, el equipo solidario se encontró con Jonathan, un niño autista de 13 años que no disimulaba su afecto.
Atraído por el color naranja de las camisas de Copeco, su curiosidad luego se concentró en las cajas de juguetes, en ellas encontró un osito café.
Con un cálido abrazo, Jonathan escogió a su nuevo amigo.
“Vivíamos en la colonia Cataluña, ya tenemos dos meses de estar albergados, un señor generoso nos dio donde vivir por siete años, pero con las tormentas tuvimos que salir, casi me cae una pared encima”, relató Giliana Mendoza, madre del niño con capacidad especial.
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Con angustia por no tener dónde vivir, anhela que alguien ayude a su hijo con autismo.
“Tengo la edad de mi hijo de no trabajar, tuve que dejar mi empleo para cuidarlo”, comentó.
Durante la entrega de juguetes, EL HERALDO también puso en las manitas de los beneficiados equipos de limpieza bucal. Asimismo les recordó a los pequeñines la importancia de lavarse los dientes tres veces al día.
Alzando los juguetes y con ojos que trasmitían agradecimiento, los niños de las 69 familias de colonias como la Betania, Nueva Suyapa, Altos del Edén y Kuwait gritaron: “¡Gracias!
