Tegucigalpa

Más de 81 años de pánico finalizan en El Berrinche

Estabilización del cerro libera de la zozobra a 300 mil capitalinos. Obra está valorada en L 228 millones y fue ejecutada en 23 meses. Falla existe desde 1932

15.08.2013

En sus noches de sueño, Eugenia Benavides, de 72 años, asegura que muchas veces imaginó morir soterrada por el deslizamiento del cerro El Berrinche.

Con tristeza recordó cómo en 1998, con la llegada del huracán Mitch, el cerro desató su furia en contra de centenares de vecinos de la colonia Soto.

'Vi todo, era terrible saber que nadie podía hacer nada para detener el desastre', expresó.

Con las imágenes frescas en su memoria, agregó. 'Acostarse en medio de una tormenta era pensar a qu?hora el cerro se derrumbar'.

Empero a partir de 2011, con el inicio del proyecto de estabilizacón del cerro, la historia cambió.

'Ahora podemos dormir con tranquilidad. La construcción de este proyecto alejó el peligro', dijo.

Así como ella, más de 300 mil capitalinos dejarám de ver el cerro El Berrinche como la bestia de mil cabezas que amenazó durante años a Tegucigalpa y Comayagüela.

Los antecedentes

Repasar el peligro que representó El Berrinche es remontarse hasta 1932.

Estudios realizados por la Alcaldía Municipal develan que fue entonces cuando se dieron los primeros deslizamientos.

El paso del huracán Fifí en 1974, y el Mitch en 1998, pusieron al descubierto que las ciudades gemelas estaban en riesgo de desaparecer.

Años más tarde, la reactivación de la falla con grietas hasta de 40 centímetros encendió las alarmas de las autoridades municipales.

Fue así que en el 2010 el alcalde Ricardo Álvarez inició las gestiones con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).

De esta forma, en diciembre de 2011 la Alcaldía Municipal y la corporación Hazama firmaron un contrato para iniciar la estabilización del cerro.

El proyecto

Para el subgerente del Comité de Emergencia Municipal (Codem), Julio Quiñónez, estabilizar el cerro significa 'el final de la zozobra que vivieron durante décadas miles de capitalinos'.

En El Berrinche han sido removidos 750 mil metros cúbicos de sedimento. Además se construyeron ocho pozos en los que se colocaron tuberías verticales y horizontales para canalizar las aguas lluvias.

Los pozos tienen un diámetro de 3.5 metros de ancho y una profundidad de 12 a 28 metros, dependiendo del punto en el cual fue encontrado el acuífero.

Quiñónez añadió que es la primera vez que este tipo de perforaciones se hacen fuera de Japón, siendo el Distrito Central la primera región de Latinoamérica donde se realizan estas obras.

Además se instalaron sistemas de vigilancia como inclinómetros, piezómetros, pluviómetros y extensómetros para hacer monitoreo permanente del suelo.

Asimismo, se elaboró una ruta de acceso para garantizar el ingreso de los cuerpos de socorro y facilitar las evacuaciones en caso de emergencia.

Luego de 23 meses de trabajo el proyecto está finalizado y se estima que el riesgo de deslizamientos disminuyó en mpas de un 95 por ciento.

Paralelo a este proyecto se estabilizó también el cerro El Reparto, que será inaugurado en septiembre.