La incertidumbre por la culminación del metrobús no es más que la adaptación de la historia que encararon otras urbes latinoamericanas al escenario del Distrito Central.
Y es que la misma situación tuvo que sortear sistemas similares que hoy operan con éxito en ciudades como Guadalajara, México; ciudad de Guatemala, Guatemala y Bogotá, Colombia.
Otras ciudades sudamericanas como Lima, Perú; Santiago, Chile; Guayaquil, Ecuador y Porto Alegre, Brasil, cargaron con una problemática de oposición de los transportistas, mala planificación y falta de recursos.
Pero los casos de Guatemala, Bogotá y Medellín resultan los más emblemáticos debido a las similitudes del proceso, tanto en su sistema como el camino áspero para implementarlo.
Hoy por hoy, no se recuerdan las múltiples protestas ni el ambiente de desconfianza que vivieron los bogotanos cuando la tercera etapa del mayor sistema de transporte masivo de Colombia -y más grande del mundo- se paralizó por casi tres años.
Denominado TransMilenio, es uno de los componentes del llamado SITP, el sistema integrado de transporte que circula por los barrios y vías principales de la ciudad de Bogotá.
Después de dos años de iniciada su construcción, entró en operación con apenas dos troncales (líneas) de la Avenida Caracas y la Calle 80.
Desde entonces se han abierto varias troncales nuevas y es un ícono mundial en transporte de su tipo, lo que ha hecho que el Bus de Tránsito Rápido (BTR) sea visto como un medio masivo de movilización de alta capacidad.
Y aunque ayer enfrentó un colapso por la alta demanda y un supuesto boicot, el proyecto camina en constante innovación, ya que anuncia el ingreso de vagones exclusivos para mujeres, con puntos de policía judicial para denunciar delitos de acoso, hurtos y ventas ambulantes.
A la par de este ejemplo se sitúa con mayor éxito el caso de su hermana Medellín, que presume la integración de sus sistemas de metro, tranvía, teleférico y BTR, conocido como Metroplús.
Al igual que en Tegucigalpa, los empresarios que controlaban el monopolio del transporte impusieron trabas legales y callejeras. No obstante, la operación continuó con su ruta para que en el 2011 se implementara el esquema que terminó de cambiar el concepto de movilidad, orden y desarrollo de la ciudad colombiana.
El sistema moviliza alrededor de dos millones de pasajeros diarios y cubre el 30 por ciento de la demanda de transporte público en Bogotá.
En el caso de Guatemala, la opinión pública arremetió contra el Transmetro y la construcción duró más de diez años, pero se concluyó en el 2007.
Desde entonces, la municipalidad, que sigue siendo el ente operador, ha impulsado la expansión del sistema que transporta diariamente más de 300 mil usuarios.
Alternativa del metrobús
Comentar sobre el metrobús es un viaje rápido a la década de 1970, hacia la ciudad de Curitiba, Brasil, donde nació y germinó la idea de manos de Jaime Lerner.
Como urbanista y alcalde de esa ciudad por once años, Lerner participó en el desarrollo del plan maestro y concibió el esquema del BTR, concepto de “metronizar el bus” o adaptarlo a la superficie.
El proyecto, al igual que otras obras urbanísticas, fue desarrollado de manera rápida, una filosofía de trabajo que pregonó durante su administración.
En una entrevista a diario El País de España, explicó las razones para implementar acciones y obras de manera veloz.
“Tres razones. Evitar la propia burocracia. Luego, una vez tomada la decisión política, hay que ejecutarla rápido. Y tercero, sirve para evitar nuestra propia inseguridad. A veces hay ideas muy buenas y les damos tantas vueltas que no las llevamos a cabo. Innovar es empezar”, señaló el urbanista.
Unos consejos que calan en la actual situación que enfrentan las autoridades edilicias.
Explore este mapa interactivo, donde EL HERALDO le muestra cuáles son todas las rutas que implica el Trans 450 en su faceta completa.