El tráfico vehicular en la capital de Honduras ya no se rige por las denominadas horas pico. Los embotellamientos son a todas horas del día.
Y con la activación completa del año escolar el próximo lunes se avizora un infierno vial que deberá de sortear con su mejor suerte la población.
Esta actividad generará una férrea competencia entre el millón de capitalinos que se movilizan a diario en el transporte, automóviles particulares y motocicletas, para llegar a tiempo a sus centros de estudio y trabajo.
El atraso y la incomodidad que han caracterizado al transporte público ha orillado a los ciudadanos a utilizar sus propios vehículos, situación que ha hecho de la ciudad, un infierno.
Johny Almendárez, un conductor de bus urbano, reafirma que en ambas ciudades que conforman el Distrito Central “ya no hay horas pico, las calles están llenas de carros todo el día”.
Si bien el uso de automóviles particulares se ha traducido en un fenómeno en el que los ciudadanos obtienen seguridad y comodidad, también ha representado el tiro de gracia para las insuficientes vías de circulación de la capital.
Alarmante uso de vehículos
El estudio sobre la movilidad y el transporte en Tegucigalpa y Comayagüela, realizado por la Alcaldía Municipal, revela que en la capital se realizan 1.4 millones de desplazamientos al día.
Este informe develó que al menos 950,402 de esos viajes se desarrollan por medios motorizados -bus, taxi o vehículo propio-, saturando en un 65.6 por ciento la ciudad. Asimismo, develó que unos 497,104 desplazamientos, o sea el 34.4 por ciento, se realizan a pie.
El estudio explica que hay un uso poco efectivo del transporte, pues aunque las unidades particulares son usadas en menor medida que el sistema público, acaparan la mayor parte de la red vial.
Según el informe, el 32 por ciento de todos los viajes realizados unos 305,150 son en automotor liviano, pero ocupan el 77 por ciento de las calles y avenidas de la metrópolis.
Entre tanto, los autobuses y taxis ejecutan casi el doble de recorridos que los carros privados, con 59 por ciento -564,438 traslados-, y acaparan el 18 por ciento de las arterias.
Ante esta realidad el dirigente del Consejo Nacional del Transporte (CNJ), Jorge López, explicó que el problema no radica en el ingreso de más unidades. “El problema es de infraestructura”, consideró.
Añadió que el crecimiento desmedido de la población ha creado que haya una mayor demanda del uso del bus.
“Si el transporte urbano se moviera con las mismas unidades de hace 10 años, es posible que muchas personas tendrían que caminar para llegar a sus trabajos”, consideró.
Parque vehicular
A la hora de hablar sobre el parque vehicular en la capital, las autoridades encargadas de vialidad y registro de unidades se contradicen.
Por una parte, la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) y la Alcaldía afirman que en el Distrito Central circulan cerca de 500 mil automotores, dentro de los cuales unos 100 mil pertenecen al parque vehicular flotante.
Según la Alcaldía, la importación de automotores crece en un 10 por ciento cada año, por lo que se proyecta que en diez años el parque vehicular de la región alcance el millón de carros.
La cifra derivaría en una saturación alarmante de las vías si no se aplica un plan de movilidad sostenible, sentencia el estudio. Sin embargo, la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) registra en su base de datos de 2012 apenas cerca de 200 mil vehículos en el Distrito Central.
En cuanto a las unidades del transporte urbano, la Dirección General de Transporte (DGT) registra las operaciones de unos 1,925 buses, unos 1,200 rapiditos y 8,000 taxis.
Para Jorge López, dirigente del transporte, no ha existido consciencia de parte de las autoridades en la emisión de permisos de operación en cuanto a taxis se refiere. En ese sentido, explicó que un bus amarillo ocupa unos 14 metros de pavimento y trasporta un promedio de 60 pasajeros, mientras que tres taxis ocupan la misma cantidad de espacio y apenas mueven 12 personas.
Reiteró que las acumulaciones de vehículos se deben a que hay una deuda enorme de las autoridades municipales en la construcción de nuevas obras de infraestructura.
“Las calles son las mismas de toda la vida y casi todas están en mal estado”, indicó.
Añadió que otro grave problema que hay es que la mayoría de los motoristas no tienen ningún tipo de cultura vial.
La Dirección Nacional de Tránsito (DNT), por su parte, registra el anillo periférico, el bulevar Fuerzas Armadas y el bulevar Comunidad Económica Europea como zonas de alta acumulación de vehículos.
Asimismo, el área de Comayagüela desde la primera hasta la séptima avenida y el centro histórico de la capital son epicentros de embotellamientos permanentes.