En esta edificación se refleja la obra del arquitecto Augusto Bressani, en sus corredores internos y en las fachadas externas se aprecia la técnica italiana de la piedra tallada.
Es considerado el edificio más importante del centro capitalino; aquí seis datos que seguramente no sabías sobre la antigua Casa Presidencial:
1) Edificación
La antigua Casa Presidencial fue construida entre 1916 y 1922, siendo el Presidente Francisco Bertrand quien tuvo la idea de edificar dicho lugar.
Sin embargo, el primer presidente en ocupar dicha casa fue Rafael López Gutiérrez (entre 1920 y 1924).
2) Cuarta casa presidencial en Tegucigalpa
Después, que la capital de la República fuera trasladada a Tegucigalpa, la Casa Presidencial ha ocupado por lo menos, cuatro locales diferentes.
El primero estaba localizado en una casa de madera en una de las alas de lo que hoy es el Congreso Nacional.
Luego se mudaron a un establecimiento de adobe en la extensión del antiguo Paraninfo Universitario a pocos metros del sitio inicial.
El tercer local, que funcionó de forma provisional, fue el antiguo Banco de Honduras, que estaba localizado esquina opuesta al Parque Central y el cuarto lugar fue la Casa Presidencial de la que hablamos.
3) Tenía un zoológico
El patio sur era destinado como jardín y zoológico que albergaba venados, conejos, guacamayas y otras especies de animales, los que fueron trasladados al zoológico Rosy Walther del Picacho en 1990, una vez que la Casa Presidencial fuera trasladada al Centro Cívico Gubernamental.
4) Espejos
Uno de los ambientes más emblemáticos del inmueble es el Salón de los Espejos. Estos fueron los que se retiraron del Teatro Manuel Bonilla en el tiempo de su restauración en 1947.
5) Diseño italino
La influencia italiana comienza con el arquitecto responsable de la construcción, Augusto Bressani, quien utilizó muchas estatuas de origen italiano.
6) Pasadizos secretos
De acuerdo con publicaciones de Vuelve al Centro, el diseño de las obras incluyó pasadizos secretos entre varios de los ambientes de la Casa Presidencial por donde el primer mandatario podía abandonar las instalaciones o comunicarse con otros ambientes de forma privada.