TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Era una fría noche de un 24 de diciembre cuando la joven María y su prometido José iban en camino a Belén para registrar el nacimiento de su futuro hijo. José acompañaba a su mujer que iba montada en un burro, pues estaba pronto a dar a luz un niño, que según lo había anunciado el arcángel Gabriel, sería el redentor y salvador del mundo.
Como era noche, la pareja pidió posada, pero no lograron conseguir debido a una multitud que había llegado a Belén. Esto obligó a que los peregrinos solicitaran alojo a un señor en un establo entre sus animales. Fue ahí que nació el bebe, luego María lo envolvió y lo colocó en un pesebre.
Esta conmemoración es recordada por los capitalinos a través de las llamadas posadas que se realizan cada año en las fiestas navideñas.
“Esta actividad es una tradición católica que reúne a familiares y amigos en una procesión de nueve días”, empezó a explicar Francis Martínez, catequista de la iglesia Cristo Rey de la colonia 21 de Octubre.
Esta devoción comienza el 16 de diciembre y concluye el 23 por la noche, con la esperada del nacimiento de Jesús. Según lo dio a conocer Martínez, cada día representa el mes que Jesucristo estuvo en el vientre de la virgen María.
“Para la celebración es común que familiares y vecinos se reúnan en una casa o comunidad, compartan la palabra de Dios y recen el Santo Rosario”, dijo una feligresa.
Las actividad se realiza en dos grupos: uno que recibe y abre la puerta y el otro que hace la peregrinación. “Todos los vecinos o miembros de los grupos acompañan a los peregrinos llevando linternas”, detalló la catequista.
Al llegar a un hogar, el grupo que acompaña a los viajeros se queda afuera y empiezan a cantar las letanías (cantos) pidiendo posada a lo que el grupo que está adentro les responde también cantando.
Tradición católica
Nelson Carrasco, investigador de la Unidad de Historia del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), expuso que estas tradiciones de Navidad, como las posadas y el nacimiento o pesebre calaron mucho en Honduras “por ser los Franciscanos una de las órdenes que llegaron a evangelizar en la época colonial. Ellos fueron los que inculcaron todo este tipo de devociones”.
Según el historiador, las posadas comienzan cuando los nacimientos se expanden de la iglesia a los hogares. “Es en ese momento que comienza la forma de visitas a los belenes en las casas”.
La cuna
El también docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), refirió que Tegucigalpa fue en el siglo XIX, la cuna donde se realizaban los más hermosos nacimientos de todo el país.
“De todo Honduras, Tegucigalpa es la ciudad por excelencia que se caracteriza por la elaboración de los nacimientos para el siglo XIX”, indicó Carrasco.
Sin embargo, mencionó que estas actividades se fueron reduciendo a grupos de personas que asisten a la iglesia debido a diversos factores como la libertad de culto y la globalización.
Por su parte, Martha Caballero, feligresa de la iglesia Cristo Rey de la colonia 21 de Octubre mencionó que son momentos importantes para recordar la venida del señor Jesucristo.