TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La suspensión del polémico proyecto habitacional del Condado Santa María ha facilitado una especie de tregua entre la legión defensora del Parque Nacional La Tigra, las autoridades locales y los desarrolladores.
Y es que después de 10 horas de protestas simultáneas en la aldea El Chimbo, El Hatillo y la salida a Olancho por parte de los moradores y que desató la violencia con la Policía, el edil Nasry Asfura anunció la noche del lunes tal determinación, al tiempo que convocó al diálogo.
A criterio de los sectores, fue lo más sano y oportuno en este momento, ya que la ciudadanía enfrenta una seria escasez de agua potable y ve el proyecto como una amenaza para la fuente de La Tigra.
El director ejecutivo de la Cámara Hondureña e Industrias de la Construcción (Chico), Silvio Larios, sugirió que las autoridades de los entes involucrados deben estar presentes en las reuniones, al igual que los vecinos de las comunidades aledañas y los desarrolladores.
Sin embargo, grupos como el Comité Pro Defensa de La Tigra ven como única opción cancelar el proyecto, pues la lucha se encamina a proteger el pulmón capitalino.
Joel Murillo, presidente del Patronato de El Chimbo, coincide en esta postura y aseguró que solo esperan de las autoridades la abolición del proyecto a través de un documento escrito. “Nosotros tenemos una postura de que el desarrollo impulsa a los pueblos, pero tampoco a costa de los recursos naturales”, dijo.
A reunión
La suspensión del proyecto fue en consenso entre la Alcaldía y ejecutivos de la Inmobiliaria Santa María. No obstante, el permiso de remoción de tierra todavía está vigente, pues vence hasta abril de 2020.
Desde ayer se observó el retiro de los trabajadores de la zona de construcción, en el kilómetro 4, carretera a Santa Lucía.
Jorge Aldana, octavo regidor de la comuna, informó que las reuniones están previstas para hoy y mañana entre las partes involucradas. Se ha solicitado la presencia de toda la Corporación Municipal.