TEGUCIGALPA, HONDURAS. - Locatarios del mercado Perisur, al sur de la capital de Honduras, removieron, la tarde de este martes, las barreras de límite instaladas donde se destruyó la rotonda.
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Los vendedores aseguran que se ven afectados por el casi nulo ingreso de automóviles a la central de abasto, por lo que llegaron hasta la transitada vía para obstaculizar el libre tráfico a la hora pico.
Sin embrago, minutos después determinaron moverse de la zona y arrastrar, con la ayuda de un camión y cadenas, las barreras de cemento que la comuna instaló para evitar que los vehículos crucen la zona.
Sin solución
En junio de 2022, la administración de Jorge Aldana determinó destruir la rotonda que tuvo un costo de 11 millones de lempiras, con la justificación que esta causaba caos vial en el sector.
“Estamos haciendo los trabajos de demolición, ya que tenemos un respaldo de las autoridades del 911 y de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte que nos han compartido datos estadísticos de accidentes, por lo que la rotonda es un riesgo, y además congestiona la zona”, detalló José Miguel Mendoza, gerente de Movilidad Urbana en su momento.
Lo anterior, según los mismos vendedores del mercado, hizo que bajaran las ventas en la central de abasto por el nulo ingreso de vehículos.
Para calmar los ánimos, la Alcaldía les prometió a los vendedores la activación de la terminal de buses en la zona, donde se estacionarían al menos 30 rutas del departamento de Choluteca, El Amatillo y los municipios del sur del departamento de Francisco Morazán; Reitoca, Alubarén y Curarén.
