La historia parece reposar en las casas de paredes blancas y techos de teja que sortean las altas temperaturas del sur del país. Choluteca, la llamada sultana del sur, es también depositaria de la historia colonial de Honduras.
Fue uno de los primeros centros coloniales que se fundaron en Honduras. Localizada a la margen izquierda del río Grande o Choluteca, la ciudad que ocupa parte de la planicie costera es en la actualidad el centro histórico de mayor extensión. Entre su bien resguardado legado colonial se cuentan dos bien conservadas iglesias que poseen elegantes retablos. Su iglesia catedral, dedicada a la Inmaculada Concepción que tanta remembranza tiene en el hermano país de Nicaragua, es uno de los orgullos de los cholutecanos, que también conservan parte de la historia pre y post independentista de Honduras. La misma casa donde nació el prócer nacional, redactor del Acta de Independencia, José Cecilio del Valle, es una de las edificaciones de corte colonial que sobreviven en Choluteca y que junto a residencias de influyentes familias como la Casa Rossner y la Casa Sirke, custodian su legado histórico.
Pero los vestigios de la época colonial no están solo en Choluteca. El encanto de un pueblo de mítica historia, contada entre los túneles de sus minas de oro, también es parte de la ruta colonial de Honduras. Custodiado por el búho del Pacífico y el Cucarachero, sus dos aves guardianes, El Corpus, Choluteca es ese pueblo dorado.
El Corpus, Choluteca
Si Choluteca es rico en los reinos vegetal y animal, en el reino mineral, El Corpus, no lo es menos; sus cerros encierran toda clase de metales: plata, oro y metales preciosos; metales estratégicos: cobre, plomo, hierro, entre otros.
Una muestra de esto fue precisamente su fundación, que se debió al descubrimiento que se hizo de una mina llamada Clavo Rico en 1585. En la división política territorial de 1889 era cabecera de distrito, formado por los municipios de El Corpus, Concepción de María y El Triunfo.
Sus honrados habitantes se consagran a la industria, a la agricultura y el comercio. Desde los tiempos de la Colonia, los españoles en sus relaciones de esta ciudad decían que en Choluteca había llanuras fértiles, regadas por ríos y donde los moradores cultivaban el maíz y el algodón y sus vecinos tenían estancias de ganado. Así también fue notoria la riqueza de sus minas, que como la de Clavo Rico, eran tan abundantes sus productos que los españoles dudaban que fuese oro el metal que extraían en forma de pepitas.
Choluteca, originalmente, se ubicaba en la zona de El Corpus, pero un incendio propició su reubicación hasta su lugar actual.
La extensión territorial de El Corpus es de 233.9 kilometros cuadrados cuenta con 16 aldeas y 170 comunidades.
Hay muchos mitos y leyendas, la gente cuenta que bajo la mina ubicada en el centro del pueblo, y que conduce a la iglesia católica, hay un cocodrilo pequeño elaborado de oro y que si se toca o se extrae puede causar daños a la comunidad.
Además de su historia, una diversidad de especies de aves, entre gavilanes, búhos, mosqueros, colibrís, entre otros, tienen como hábitat el bosque seco de la zona.
Vaya a El Corpus y encuéntrese con la historia entre sus callecitas empedradas.