Copán Ruinas, Honduras
Uno de los destinos nacionales que más cautiva la atención de los viajeros de todo el mundo es el Parque Arqueológico de Copán Ruinas, que ha sido testigo de la grandeza de la civilización maya, asentada en Honduras desde el año 427 d. C.
Esta reliquia está compuesta por la Plaza Principal, la Acrópolis, la Escalinata de los Jeroglíficos, el campo del juego de pelota y la Plaza de los Monumentos. Alrededor de estas estructuras se encuentran 23 estelas, de las que 15 están dentro del parque y ocho se localizan fuera del establecimiento.
Cada una representa a los 16 gobernantes que reinaron esta ciudad mesoamericana. Algunos fueron personajes de gran relevancia, pero otros llevaron al pueblo a la miseria y sufrimiento causantes de que la gente huyera del lugar.
La dinastía de Copán
Copán Ruinas fue descubierta por el español Diego García de Palacios el 8 de marzo de 1576. Este no podía creer todo lo que miraban sus ojos y se tomó el tiempo de escribirle una crónica al rey de España, donde le comentaba el hallazgo de esta ciudad mesoamericana. Sin embargo, Palacios solo describía el sitio y no detallaba acerca del pueblo que lo habitó.
Mire aquí la galería completa
En 1890 el Museo Peabody de Arqueología y Etnología de Boston vino al país a hacer los primeros trabajos de excavación e investigación, y de esta manera se logró definir las plazas y los 16 gobernantes.
De acuerdo con los estudios obtenidos por parte de este museo, solo se identificó a 11 líderes: Quetzal Guacamayo (primero), Gira Sol (segundo), Jaguar Espejo (séptimo), Cabeza en la Tierra (octavo), Luna Jaguar (décimo), Humo Serpiente (decimoprimero), Humo Jaguar (decimosegundo), 18 Conejo (decimotercero), Humo Mono (decimocuarto), Humo Concha (decimoquinto) y Yax Pac (decimosexto).
Aparentemente, los más importantes y destacados en el reino maya fueron los gobernantes del número 10 al 15. “ Los mayas tuvieron diferentes dirigentes, pero ellos admiraban y adoraban a 18 Conejo, el gobernante decimotercero, porque su período de poder fue el tiempo más rico de esta población. Por ello es que hay más estelas de este personaje en el parque”, dijo Modesto Lázaro, guía especializado en arqueología, historia y naturaleza de Copán.
18 Conejo ordenó a los escultores que crearan un escenario tipo estadio y en medio de este colocaran diferentes estelas de él, para así resaltar su poder y dominio en la ciudad. “En los jeroglíficos de estas esculturas se puede observar que 18 Conejo fue un personaje egocéntrico, ya que él deseaba que su pueblo siempre lo adorara, pero fue el rey más inteligente que tuvo esta civilización”, expresó Lázaro.
Todas las estelas de 18 Conejo están divididas como un laberinto, sin embargo, esta fue una estrategia que tomó él junto con los astrónomos, ya que tenían un año de haber estudiado las posiciones del sol. Ellos sabían que si colocaban esas piezas de bloque de piedra, que pesaban entre cuatro a cinco toneladas, acertarían con las épocas de lluvia y eclipse. Y en efecto, eso sucedió, las sombras de las estelas proyectaban el estado del tiempo y de esta manera el pueblo se preparaba para la época de sequía o de abundancia.
18 Conejo no logró terminar su período de gobierno, todo por su ambición de tener más. Este dato se obtuvo gracias a la Escalinata de los Jeroglíficos. Según los expertos del Museo Peabody de Arqueología y Etnología de Boston, decimotercero fue asesinado en un poblado llamado Quiriguá. El motivo de su muerte fue que este llegó a dicho lugar a exigir el pago de una deuda que tenían con él, por lo que el pueblo se rebeló, lo capturó
y decapitó.
Su medio hermano, decimocuarto -también conocido como Humo Mono-, decidió tomar el control de la situación, algo que los mayas no aceptaron y fue así que comenzó un tiempo de inestabilidad. “A raíz de la muerte de 18 Conejo, esta ciudad tuvo un giro total donde los problemas políticos, sociales y económicos aumentaban cada momento”, añadió Lázaro.
Humo Mono estuvo solo diez años al mando, no aguantaba la presión y exigencias del pueblo, así que tomó la decisión de darle el poder a su hijo Humo Concha (decimoquinto). Este era un joven sin experiencia que no sabía tomar decisiones, mucho menos dirigir una ciudad. La gente se burlaba de él y no lo tomaba en serio. Humo Concha, al notar este comportamiento, ordenó la construcción arquitectónica de la Escalinata de los Jeroglíficos, para demostrarle a todos que él era el heredero legítimo de ese reinado.
En la Escalinata decidió dejar la historia de los 14 gobernantes que había tenido la ciudad, y se posicionó de primero para destacar que él era digno del poder que le otorgó su padre. Pero esto no fue de mucha ayuda porque la ciudad ya había entrado en una época de crisis. Luego llegó el gobernante número 16, mejor conocido como el dirigente mentiroso de los mayas. Yax Pac fue quien al parecer destruyó la ciudad.
Para pagar sus deudas, vendía terrenos y quemaba bosques, sin darse cuenta de que se estaba quedando sin recursos para mantener a una población que tenía grandes necesidades. “Yax Pac les mentía a las personas para calmarlas. Les decía que tal día iba a llover y que se prepararan, pero cuando llegaba la supuesta fecha no acontecía nada”, detalla el guía turístico del Parque Arqueológico de Copán.
Este gobernante llevó la ciudad a su peor época, pero esto no le importó y buscó a escultores que le hicieran una pieza que hablara de su legado. Como tenía muchos recursos económicos no hizo una estela, sino un altar, donde explicaría su descendencia familiar y se posicionaría a sí mismo como el último dirigente del pueblo mesoamericano. Esta pieza tiene como nombre Altar Q y en este se puede apreciar a todos los 16 gobernantes. Luego de dejar esta obra, Yax Pac huyó, dejando a su gente en la peor ruina. De esta manera se puede entender por qué los mayas abandonaron su tierra.
Uno de los destinos nacionales que más cautiva la atención de los viajeros de todo el mundo es el Parque Arqueológico de Copán Ruinas, que ha sido testigo de la grandeza de la civilización maya, asentada en Honduras desde el año 427 d. C.
Esta reliquia está compuesta por la Plaza Principal, la Acrópolis, la Escalinata de los Jeroglíficos, el campo del juego de pelota y la Plaza de los Monumentos. Alrededor de estas estructuras se encuentran 23 estelas, de las que 15 están dentro del parque y ocho se localizan fuera del establecimiento.
Cada una representa a los 16 gobernantes que reinaron esta ciudad mesoamericana. Algunos fueron personajes de gran relevancia, pero otros llevaron al pueblo a la miseria y sufrimiento causantes de que la gente huyera del lugar.
La dinastía de Copán
Copán Ruinas fue descubierta por el español Diego García de Palacios el 8 de marzo de 1576. Este no podía creer todo lo que miraban sus ojos y se tomó el tiempo de escribirle una crónica al rey de España, donde le comentaba el hallazgo de esta ciudad mesoamericana. Sin embargo, Palacios solo describía el sitio y no detallaba acerca del pueblo que lo habitó.
Mire aquí la galería completa
En 1890 el Museo Peabody de Arqueología y Etnología de Boston vino al país a hacer los primeros trabajos de excavación e investigación, y de esta manera se logró definir las plazas y los 16 gobernantes.
De acuerdo con los estudios obtenidos por parte de este museo, solo se identificó a 11 líderes: Quetzal Guacamayo (primero), Gira Sol (segundo), Jaguar Espejo (séptimo), Cabeza en la Tierra (octavo), Luna Jaguar (décimo), Humo Serpiente (decimoprimero), Humo Jaguar (decimosegundo), 18 Conejo (decimotercero), Humo Mono (decimocuarto), Humo Concha (decimoquinto) y Yax Pac (decimosexto).
Aparentemente, los más importantes y destacados en el reino maya fueron los gobernantes del número 10 al 15. “ Los mayas tuvieron diferentes dirigentes, pero ellos admiraban y adoraban a 18 Conejo, el gobernante decimotercero, porque su período de poder fue el tiempo más rico de esta población. Por ello es que hay más estelas de este personaje en el parque”, dijo Modesto Lázaro, guía especializado en arqueología, historia y naturaleza de Copán.
18 Conejo ordenó a los escultores que crearan un escenario tipo estadio y en medio de este colocaran diferentes estelas de él, para así resaltar su poder y dominio en la ciudad. “En los jeroglíficos de estas esculturas se puede observar que 18 Conejo fue un personaje egocéntrico, ya que él deseaba que su pueblo siempre lo adorara, pero fue el rey más inteligente que tuvo esta civilización”, expresó Lázaro.
Todas las estelas de 18 Conejo están divididas como un laberinto, sin embargo, esta fue una estrategia que tomó él junto con los astrónomos, ya que tenían un año de haber estudiado las posiciones del sol. Ellos sabían que si colocaban esas piezas de bloque de piedra, que pesaban entre cuatro a cinco toneladas, acertarían con las épocas de lluvia y eclipse. Y en efecto, eso sucedió, las sombras de las estelas proyectaban el estado del tiempo y de esta manera el pueblo se preparaba para la época de sequía o de abundancia.
18 Conejo no logró terminar su período de gobierno, todo por su ambición de tener más. Este dato se obtuvo gracias a la Escalinata de los Jeroglíficos. Según los expertos del Museo Peabody de Arqueología y Etnología de Boston, decimotercero fue asesinado en un poblado llamado Quiriguá. El motivo de su muerte fue que este llegó a dicho lugar a exigir el pago de una deuda que tenían con él, por lo que el pueblo se rebeló, lo capturó
y decapitó.
Su medio hermano, decimocuarto -también conocido como Humo Mono-, decidió tomar el control de la situación, algo que los mayas no aceptaron y fue así que comenzó un tiempo de inestabilidad. “A raíz de la muerte de 18 Conejo, esta ciudad tuvo un giro total donde los problemas políticos, sociales y económicos aumentaban cada momento”, añadió Lázaro.
Humo Mono estuvo solo diez años al mando, no aguantaba la presión y exigencias del pueblo, así que tomó la decisión de darle el poder a su hijo Humo Concha (decimoquinto). Este era un joven sin experiencia que no sabía tomar decisiones, mucho menos dirigir una ciudad. La gente se burlaba de él y no lo tomaba en serio. Humo Concha, al notar este comportamiento, ordenó la construcción arquitectónica de la Escalinata de los Jeroglíficos, para demostrarle a todos que él era el heredero legítimo de ese reinado.
En la Escalinata decidió dejar la historia de los 14 gobernantes que había tenido la ciudad, y se posicionó de primero para destacar que él era digno del poder que le otorgó su padre. Pero esto no fue de mucha ayuda porque la ciudad ya había entrado en una época de crisis. Luego llegó el gobernante número 16, mejor conocido como el dirigente mentiroso de los mayas. Yax Pac fue quien al parecer destruyó la ciudad.
Para pagar sus deudas, vendía terrenos y quemaba bosques, sin darse cuenta de que se estaba quedando sin recursos para mantener a una población que tenía grandes necesidades. “Yax Pac les mentía a las personas para calmarlas. Les decía que tal día iba a llover y que se prepararan, pero cuando llegaba la supuesta fecha no acontecía nada”, detalla el guía turístico del Parque Arqueológico de Copán.
Este gobernante llevó la ciudad a su peor época, pero esto no le importó y buscó a escultores que le hicieran una pieza que hablara de su legado. Como tenía muchos recursos económicos no hizo una estela, sino un altar, donde explicaría su descendencia familiar y se posicionaría a sí mismo como el último dirigente del pueblo mesoamericano. Esta pieza tiene como nombre Altar Q y en este se puede apreciar a todos los 16 gobernantes. Luego de dejar esta obra, Yax Pac huyó, dejando a su gente en la peor ruina. De esta manera se puede entender por qué los mayas abandonaron su tierra.