NUEVA ARMENIA, FRANCISCO MORAZÁN.- Nueva Armenia, municipalidad en el departamento de Francisco Morazán, es un rincón rodeado de verdes parajes y calidez humana.
Este pueblo, que se fundó un 27 de febrero de 1857, colinda al norte con el municipio de San Buenaventura, al sur con los municipios de San Isidro y Soledad, al este con los municipios de Texíguat, Yauyupe y Maraita, y al oeste con el municipio de Sabanagrande.
Entre sus atractivos se destaca el río El Coyolar, famoso por sus aguas de color azul que emergen del pie de sus montañas. “Hemos reconstruido este espacio para ofrecerle a nuestros visitantes una estadía tranquila en medio de un ambiente seguro y cálido para que se vayan con la mejor impresión de nuestro pueblo”, señaló el alcalde de la comunidad, Francisco López.
En este lugar hay piscinas y pozas para todas las edades, desde las más profundas para los experimentados en natación hasta las menos riesgosas, ideales para que los más pequeños de la casa también vivan su propia aventura en el agua.
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Sus calles se invaden de foráneos sobre todo en feriados de verano o fines de semanas. Y es que su accesibilidad permite que capitalinos e incluso hondureños de otros departamentos visiten el sitio en busca de entretenimiento para dejar a un lado la fatiga acumulada por las labores cotidianas.
El Parque Central es otro orgullo de esta comunidad. El Ministerio de Turismo lo ha catalogado como uno de los mejores por su ubicación y vegetación.
Las autoridades cada vez suman más esfuerzos por mantener cada una de sus fortalezas en óptimas condiciones con el fin de ofrecer siempre la mejor imagen de su comunidad. Y para aquellos que gustan de las caminatas, nada mejor que darse un recorrido por la zona hasta llegar al mirador, desde donde se visualiza el municipio rodeado de colinas que mantienen la frescura en el lugar.
Construcciones llenas de historia
El municipio aún conserva edificaciones antiguas construidas de bahareque a partir de palos o cañas entretejidas y recubiertas de barro.
El Palacio Municipal es una de ellas. Este monumento tiene más de doscientos años de construcción y aún se mantiene su estructura original. “La mayoría de las municipalidades han sido modernizadas, sin embargo, aquí hemos preferido atesorar la historia de esta importante reliquia”, dijo el alcalde.
Sus casas también son parte de esa historia, pues la mayoría de sus viviendas aún preservan sus techos de teja y sus paredes de barro, atractivo que impresiona a los visitantes, quienes se dan a la tarea de fotografiarlas con el fin de conservar en sus hogares un poco del patrimonio de esta localidad.
Anualmente sus pobladores celebran la Feria Patronal, cada 27 de febrero se conmemora la fundación del municipio. A partir de la fecha y durante tres días se realizan carreras de cinta, juegos tradicionales y venta de comidas típicas nacionales, que son el deleite de locales y turistas.