R ecorrer las cuevas que llevan a los descubrimientos debajo de la acrópolis maya de Copán es sumergirse en un mundo desconocido y un paseo que desborda adrenalina e invita a la aventura.
Pero, ¿por qué hay túneles debajo de algunas estructuras en el Parque Arqueológico de Copán? La respuesta es sencilla, el proceso de investigación arqueológica bajo la tierra requiere obligadamente el uso de trincheras, excavación de túneles y algunas veces, desmonte de esculturas.
Los túneles no fueron construidos por los mayas, son un acceso reciente hecho por los arqueólogos par facilitar la labor de investigación. Ahí el visitante podrá descubrir basamentos que los arqueólogos identifican por colores y nombres de aves para las estructuras.
Viaje al interior
La mayor joya que los turistas encuentran bajo tierra es el Templo Rosalila, descubierto en 1989 por el arqueólogo hondureño Ricardo Agurcia.
Es una joya precolombina cuyo color originó su nombre. Protegido a lo largo del túnel por vidrio grueso, lo primero que el visitante descubre al entrar a este submundo es una moldura del primer nivel del costado oeste de la edificación, donde está representada la serpiente bicéfala de cuyas fauces abiertas emerge una cabeza antropomorfa asociada al dios Sol o al viejo dios Itzamná, que fue una deidad principal entre los mayas.
Al lado izquierdo lo que sobresale es una máscara antropomorfa que emerge de un nicho con una placa triangular como nariz con tres círculos que forman el triángulo parecido a las marcas divinas de la máscara de la deidad solar.
Más allá, en el lado norte, hay una terraza con un recubrimiento de estuco que los arqueólogos llaman Mascarón de Estuco.
Estar dentro de los túneles semeja una experiencia al estilo de Indiana Jones.
Otro recorrido lleva a un sistema de desagüe o baño que es parte de la estructura Cisne, que se supone venía de la habitación de un ciudadano de la élite.
Justo debajo de la Plaza de los Jaguares se puede ver el mascarón del Templo Ante, bajo la destruida estructura 1Ol-20, descubierto a fines de la década de 1980. La construcción pertenece al Período Clásico Medio, año 540 d. C. Su estilo arquitectónico es raro, ya que sus basamentos tienen molduras de falda o remetidas características del Clásico Temprano en Tikal, Guatemala.