Desde la Gruta El Gigante, una cascada por cada municipio y los deportes extremos más divertidos, Marcala, un municipio fundado en 1635, es el mejor lugar para disfrutar con los amigos o familia.
Apenas eran las 8:00 de la mañana cuando mi aventura comenzó; el cielo aún estaba nublado y la temperatura llegaba a los 14 grados centígrados.
Muy abrigada empecé a buscar mi primer destino que apuntaba a las montañas, donde una comunidad lenca se dedica a cuidar y proteger ese territorio.
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Para llegar se toma la carretera que conduce a Intibucá, pero a solo 10 minutos de camino los visitantes se deben desviar donde está un rótulo que dice Corral de Piedra, a través de una calle de tierra.
Antes de llegar está una vivienda con un letrero en el que se lee: “Si va a La Estanzuela información aquí”. Les recomiendo preguntar, ya que ellos tienen las llaves para ingresar.
Tras abrir el pequeño portón metálico, una calle de tierra dirige hacia una casa de adobe con una laguna; lo primero que se ven son varios caballos que andan libres, pero el ruido de la cascada atrae a los visitantes de inmediato.
Escondida entre los árboles y a través de un mirador improvisado, las personas pueden apreciar la caída de agua, de 45 metros, a lo lejos, pero si quieren disfrutar de un chapuzón deben bajar a través de un camino un poco inestable.
Como les mencioné, La Estanzuela es administrada por una comunidad lenca que se encarga de la limpieza, el cuidado y la protección de los recursos naturales. Lo mejor de ese lugar es que las personas pueden acampar, hacer senderismo, practicar rápel y visitar la Gruta El Gigante.
A simple vista pensé que el recorrido terminaba en la cascada, sin embargo, allí es donde comienza la diversión.
Al seguir a través de la calle de tierra se pueden observar varias cabañas y piscinas naturales en medio de árboles.
Al seguir el recorrido por unas gradas se llega a la Gruta El Gigante, una cavidad que parece cueva y que tiene el arte rupestre más antiguo de Centroamérica (12,000 años para ser exacta).
Según las autoridades, estas huellas humanas son históricas en Honduras, mientras que en el mundo solo existen tres sitios que se podrían comparar por sus descubrimientos arqueológicos.