Todos los días nos dicen que debemos estar alegres, sin embargo hasta el año tiene su propio día triste.
Es el 'Blue Monday', el día más triste del año (que corresponde al tercer lunes de enero según una pseudoinvestigación).
Sin embargo, no debemos dejarnos afectar por este día, por lo que la superación reside en gran medida en su actitud y sus mecanismos para afrontar ese estado emocional.
Los “golpes” de alegría pueden funcionar si provocan un estímulo positivo en la persona y le dan ánimo para modificar su actitud ante el problema. No obstante, establecer un día concreto para generar este cambio no determina que tenga éxito.
El cambio debe producirse en el interior del individuo, por lo que confiar en un factor externo puede dar lugar a expectativas poco reales y aumentar la frustración.
Nuestra sociedad se orienta en exceso a proyectar una imagen de felicidad como reflejo de éxito en la vida. La alegría y la tristeza son emociones vitales del ser humano y deben convivir.
La actitud positiva debe radicar en manejar las emociones de modo correcto y adaptativo, sentirse bien con uno mismo en todo momento y aceptar cualquier situación como medio de aprendizaje para alcanzar un mejor estado de felicidad.
Mantener una actitud positiva en la vida tiene importantes beneficios para la salud.
Diferentes estudios concluyen que ser feliz protege contra las enfermedades cardiovasculares, incrementa el colesterol “bueno”, controla los niveles de estrés (lo que mejora la capacidad para solucionar problemas), fortalece el sistema inmune, regula mejor las emociones y permite una recuperación más rápida del dolor psicológico causado por un evento negativo. En general, una actitud positiva se relaciona con una vida más larga.
Rodearse de personas que tienen una actitud positiva beneficia a nuestra salud en el sentido de que favorece la recepción de mensajes positivos, que producirán un efecto favorable en nuestro sistema emocional. Compartir las sonrisas, la actitud positiva y la perspectiva optimista ayuda a modificar nuestro modo de afrontar los pensamientos, dándoles un enfoque más resolutivo y esperanzador.
La tristeza es una emoción innata en el ser humano que nos permite interpretar de modo adecuado aquellas situaciones que nos provocan malestar. Gracias a la tristeza desarrollamos empatía hacia quienes sufren y valoramos nuestras pérdidas. Es importante no tener miedo a sentir estas emociones y trabajar para superar la tristeza.