MOSCÚ, RUSIA.- La espectacular erupción de un volcán en
Kamchatka hizo las delicias de los turistas de esta región del
Extremo Oriente ruso, dispuestos a arriesgar su vida tomándose selfis y provocando la reacción de los servicios de rescate.
El Kiluchevskoi, el volcán de más altura de Eurasia y uno de los activos más grandes del mundo, que culmina a 4.750 metros de altitud, entró en erupción lateral a finales de febrero, expulsando bombas volcánicas y lava.
El lunes, la intensidad de la erupción bajó de 'forma significativa pero continúa siendo vigilado de cerca, pues es posible que se vuelva a intensificar', según el equipo de respuesta a las erupciones volcánicas de Kamchatka (KVERT).
En días anteriores, numerosos turistas se aventuraron a hacerse una foto al borde del cráter, con las coladas de lava de fondo, o incluso asando salchichas.
Las redes sociales se llenaron de selfis y causaron gran consternación entre la comunidad científica y los servicios de rescate, que advirtieron a los intrépidos turistas del peligro que corrían.
'Es peligroso. Esos chicos son unos temerarios y simplemente han tenido suerte de que todo terminara bien', consideró el 18 de marzo Olga Guirina, responsable del KVERT, citada por la agencia de prensa RIA Novosti.
El Kiluchevskoi, el volcán de más altura de Eurasia y uno de los activos más grandes del mundo, que culmina a 4.750 metros de altitud, entró en erupción lateral a finales de febrero, expulsando bombas volcánicas y lava.
El lunes, la intensidad de la erupción bajó de 'forma significativa pero continúa siendo vigilado de cerca, pues es posible que se vuelva a intensificar', según el equipo de respuesta a las erupciones volcánicas de Kamchatka (KVERT).
En días anteriores, numerosos turistas se aventuraron a hacerse una foto al borde del cráter, con las coladas de lava de fondo, o incluso asando salchichas.
Las redes sociales se llenaron de selfis y causaron gran consternación entre la comunidad científica y los servicios de rescate, que advirtieron a los intrépidos turistas del peligro que corrían.
'Es peligroso. Esos chicos son unos temerarios y simplemente han tenido suerte de que todo terminara bien', consideró el 18 de marzo Olga Guirina, responsable del KVERT, citada por la agencia de prensa RIA Novosti.