La ex modelo francesa Victoire Maçon Dauxerre denunció a través de su libro la crueldad que se vive en el mundo de la moda.
Victoire Maçon Dauxerre era una de las modelos más cotizadas, sin embargo, no todo era felicidad ni glamour en su vida, según cuenta la ex top model en su libro titulado 'Jamás demasiado flaca. Diario de una top model'.
En la publicación revela que a los 18 años empezó su pesadilla, porque los estereotipos de la belleza la obligaban a tener estrictas dietas, que muchas veces consistían en alimentarse con tan solo tres manzanas diarias, engañar al estómago con agua gasificada y solo una vez por semana comía carne o pescado.
'Viajé y compartí un departamento con otras dos modelos, que no me hablaban porque estaban celosas de que yo era la más flaca. Cuanto más peso perdía, más éxito laboral tenía: me tomaron para 22 desfiles en Milán y París', relata en su libro.
'Nadie me dijo que debía perder peso, pero me dijeron: 'En septiembre harás los Fashion Weeks, la talla es 32-34 y debes caber'. Es en ese momento cuando tendría que haberme ido', contó la joven de 23 años durante la presentación del libro.
Por esta razón, Victorie es una de las impulsoras de la ley aprobada en diciembre último en Francia, que obliga a las modelos a presentar un certificado médico en el que se calcula el índice de masa corporal antes de subir a una pasarela.
Retirada de las pasarelas, Victoire es actualmente una activista que lucha contra los trastornos alimenticios y emprende una campaña para advertir que las exigencias del mundo de la moda pueden llegar a ser destructivas.