Doctor, ¿me da algo para conservar el pelo?
Tome este frasco, aquí puede guardarlo.
Papá, papá, ¿cuánto cuesta casarse?
No sé hijo, yo todavía lo estoy pagando.
Un anciano de 75 años regresa de luna de miel después de haberse casado con una mujer de cuarenta. Se encuentra a sus amigos en el parque y estos le preguntan:
- Hombre, José, ¿qué tal la luna de miel?
- Increíble, hicimos el amor casi todos los días.
- Sí, ¿casi todos los días?- dicen asombrados los amigos.
-Sí, casi lo hicimos el miércoles, casi lo hicimos el jueves, casi lo hicimos el viernes...
- Doctor, no puedo recordar nada.
- Vaya, ¿y desde cuándo usted tiene ese problema?
- ¿qué problema?
Llega un vampiro a su casa después de una noche mala donde no ha podido hincarle el diente a nadie y ve a su amigo con la boca llena de sangre. Y le pregunta: ¿De dónde has pillado tanta sangre? El otro le responde: - Acompáñame.
Llegan a una calle oscura y le dice: Ves esa farola, pues yo no la vi.
- Doctor, el hombre invisible está esperando.
- Dígale que no puedo verle y haga pasar al siguiente.
En una tienda de artículos deportivos.
- Buenas, ¿tiene pelotas para jugar a tenis?
- Sí, claro.
- ¡Te espero mañana a las ocho en la pista!
Ahora tengo que tener mucho cuidado con quedarme embarazada.
- Pero ¡si tu marido se ha hecho la vasectomía!
- Por eso mismo, por eso mismo...
- Y... ¿cómo va tu vida amorosa, amigo mío?
- Pues como la Coca-Cola.
- ¡Como la Coca-Cola! ¿Y eso cómo es?
- Pues primero normal, después light y ahora zero.
En una demanda de divorcio, el juez pregunta a la demandante:
- Señora, ¿está usted segura de lo que está pidiendo? ¿Quiere el divorcio por COMPATIBILIDAD DE CARACTERES? ¿No será lo contrario?
La mujer le contesta al juez:
- ¡No, señor juez! Es por COMPATIBILIDAD. A mí me gusta el cine y a mi marido también. Me gusta ir a la playa y a él también. Me gusta ir al teatro y a él también. A mí me gustan los hombres... ¡y a él también!
El marido le dice a su mujer: “¿jugamos a los médicos?”
La mujer le contesta: “pero... ¿del Seguro Social o de la clínica privada?”
El sorprendido marido pregunta: “¿y cuál es la diferencia?”
A lo que contesta la mujer... : “Si es del Seguro Social te doy cita para dentro de un año... y si es de la clínica privada... son 1,000 lempiras”.
Eran cuatro y con los Jackson Five
- Hola, me llamo Paco. ¿Y tú?
- No, yo no.
Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista -muy poco simpática- por cierto.
- ¡Buenos días, señorita!
La recepcionista me dijo:
- Buenos días, señor, ¿por qué quiere ver al doctor?
- Tengo un problema con mi pene, contesté.
Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:
- Usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.
- ¿Por qué no?... Usted me preguntó qué me pasaba y se lo dije.
La recepcionista -sonrojada- me dijo:
- Podría haber sido más discreto y decir, por ejemplo, que tenía irritado el oído, y discutir el problema con el doctor más tarde y en privado.
Yo le contesté:
- Y usted no debería hacer preguntas delante de extraños si la respuesta le puede molestar.
Entonces, sonreí, salí y volví a entrar:
- ¡Buenos días, señorita!
La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
- ¿Sí?
- “Tengo problemas con mi oído”
La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo y me volvió a preguntar:
- “Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?”
- “Me arde al mear”.