Con el objetivo de acabar con el contrabando de vehículos el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó esta semana la destrucción de 30 automóviles de lujo.
Entre los carros destruidos se encontraban algunos, BMW, Jaguar, Audi, y Mercedes. De acuerdo a las informaciones, el valor entre todos los choches asciende a unos 2 millones de dólares, unos 46 millones de lempiras.
El gobierno de Duterte convocó a los medios de comunicación local para que captaran el momento en que los carros eran aplastados por una máquina, esto con la intención de enviar un mensaje a los contrabandistas.
Tras ser destruidos , el mandatario filipino dijo que ahora estos 'se los pueden dar a un comprador de metal, que construyan juguetes con ellos'.
Por su parte, el ministro de economía, Carlos Domínguez, advirtió que 'no vale la pena evadir impuestos en Filipinas así que más os vale dejar de intentarlo, porque nunca tendréis éxito'.
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