Tegucigalpa, Honduras
Quizá el término fibrosis quística no le suene muy familiar, pero este corresponde a uno de los tipos de enfermedad pulmonar crónica más comunes en niños y adultos jóvenes.
Este mal hereditario provoca la acumulación de un moco espeso y pegajoso en los pulmones y afecta en un segundo plano el tubo digestivo, el páncreas, el hígado, los senos paranasales, los órganos sexuales y otras áreas del cuerpo.
“La fibrosis quística hace que se tapen los pulmones, causando problemas para respirar y facilitando el crecimiento de bacterias, lo que puede provocar infecciones repetidas y daños permanentes en la zona”, explicó el pediatra Guillermo Pinel.
Alerta
Los signos y síntomas varían según la gravedad de la enfermedad. Incluso en la misma persona pueden empeorar o mejorar con el paso del tiempo y en algunos casos no se manifiestan hasta la adolescencia o la adultez.
En los recién nacidos suele haber retraso en su crecimiento, incapacidad para aumentar de peso, piel con sabor salado, dolor abdominal, estreñimiento grave, aumento de gases, abdomen extendido, náuseas, inapetencias, heces pálidas con olor fétido y pérdida de peso.
A medida que avanza la edad pueden incluirse señales como tos, aumento de mucosidad, congestión nasal, fatiga, episodios de neumonía, fiebre y dificultad respiratoria. Asimismo, la esterilidad en los hombres, la inflamación repetitiva en el páncreas y las malformaciones en los dedos se detectan en edades más adultas.
Controles
El especialista apuntó que un diagnóstico temprano de la enfermedad y un plan de control adecuado pueden mejorar tanto la supervivencia como la calidad de vida del paciente, pero es de conocimiento que la fibrosis quística no es curable.
El tratamiento para los problemas pulmonares incluye antibióticos, medicinas inhaladas y terapias respiratorias, además de que siempre deben aplicarse las vacunas para la gripe y el neumococo. El trasplante de pulmón es una alternativa en varios casos y es posible que se necesite oxigenoterapia.
En cuanto a los problemas intestinales, se debe incluir una dieta rica en proteínas y calorías para niños mayores y adultos, enzimas pancreáticas para ayudar a absorber grasa, suplementos vitamínicos y otros métodos de mejora.