TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Lo hemos dicho por activa y por pasiva: una de las claves para tener una piel sana y flexible es hacerse una exfoliación de forma periódica, generalmente una vez a la semana.
No obstante, Kathya Chinchilla, especialista en dermatología, sugiere que la efectividad del proceso recae totalmente en el tipo de piel, modo de uso y fórmulas a utilizar.
“La exfoliación sirve para eliminar las células muertas, exceso de secreciones sebáceas e impurezas que se acumulan en la superficie de la piel, impidiéndole respirar. Sin embargo, para aplicarla, todo depende del tipo de piel. A aquellas sensibles (muy secas o irritadas) no se les recomienda el proceso, ya que podrían sufrir adelgazamiento o enrojecimiento”, afirma.
¿Las más beneficiadas de este ritual? A nivel corporal, las pieles secas son las que tienen más necesidad, ya que, cuando se aplica la crema hidratante/nutritiva en una piel exfoliada, la hidratación será más efectiva.
Por otro lado, la exfoliación puede ser mecánica, química o natural. Chinchilla sugiere decantarse por las dos primeras opciones. “En composición, los mecánicos incluyen sustancias que llevan partículas pequeñas y la dermoabrasión (arenilla o gránulos).
Mientras que los químicos incluyen sustancias tales como los alfa hidroxiácidos, como el ácido glicólico y ácido láctico. Las opciones naturales suelen irritar la piel”, explica Chinchilla.
Sobre la frecuencia
Teniendo en cuenta que las células se renuevan cada 28 días, lo recomendable es llevarla a cabo cada 10 días aproximadamente, aunque si tiene la piel grasa, lo mejor es hacerlo una o dos veces por semana.
Para que la exfoliación sea efectiva, relajante y agradable, lo primero que debe hacer es humedecer con agua la parte del cuerpo que quiera tratar.
La hidratación, un paso clave
De acuerdo con la especialista, lo ideal es aplicar una buena hidratación después de exfoliar la piel y dejar que se absorba la crema o aceite. Hacerlo es de vital importancia para proteger la barrera de los lípidos de la piel y para evitar que esta se reseque, algo muy común después de la exfoliación.
“En el rostro puede aprovechar para aplicar mascarilla de tratamiento. En farmacias las hay para el acné, hidratación profunda, antioxidantes de vitamina C, entre otras, según el tipo de piel”, explica.