Un gran porcentaje de personas, tanto hombres como mujeres, acostumbran a quitar el vello de sus zonas íntimas.
Sin embargo, una nueva investigación sugiere que la práctica está vinculada a un importante inconveniente: un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones.
En un nuevo estudio publicado en British Medical Journal, los investigadores examinaron a miles de estadounidenses sobre de su historia sexual, hábitos de aseo personal y si habían tenido alguna vez una ETS.
Más de 7,500 personas de 18 a 65 años completaron la encuesta, y la depilación íntima resultó ser muy popular: el 66% de los hombres y el 84% de las mujeres dijeron que se rasuraban o depilaban a través de métodos como la cera, el afeitado, el recorte y la depilación láser.
Los que prefieren eliminar el vello de la zona íntima generalmente son más jóvenes, sexualmente activos y tienen más parejas sexuales que los que no se depilan, observaron los científicos.
Éstos reportaron una mayor tasa de ETS en algún momento de su vida, incluyendo herpes, Virus del Papiloma Humano (VPH), sífilis, gonorrea, clamidia o Virus de Inmudeficiencia Humana (VIH).
Entre las personas que eliminan el vello, la presencia de ETS es mucho más frecuente. Incluso después de que los investigadores ajustaron los factores que podrían influir en la asociación, como la edad de una persona y el número de parejas sexuales, se mantuvo el vínculo.
Y hay otro factor importante, mientras más frecuentemente se quita el vello, más fuerte es la asociación. Las personas que lo hacían diariamente o semanalmente tenían de 3,5 a 4 veces más probabilidades de reportar tener una historia de ETS que aquéllos que lo hacían una vez al mes.