TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La
cirrosis es la cicatrización y el mal funcionamiento del hígado como resultado final, normalmente, del excesivo consumo de alcohol.
Una de sus principales causas es la ingesta de bebidas alcohólicas, sin embargo, las personas que han padecido de hepatitis B o C también son propensas a la enfermedad. La acumulación de grasa en el hígado es otro de los factores de riesgo.
A continuación nueve síntomas que alertan su presencia:
1.-Debilidad
2.-Fatiga
3.-Pérdida de apetito
4.-Náuseas
5.-Vómitos
6.-Pérdida de peso
7.-Dolor abdominal
8.-Hinchazón y acumulación de líquido en el abdomen
9.-Aparición de vasos sanguíneos en la piel con forma de arañas o varices
Complicaciones
A medida que la función hepática se deteriora se pueden presentar varias complicaciones que empeoran la salud de la persona.
La acumulación de líquidos en las piernas, conocida como edema, y en el abdomen pueden conllevar a una infección grave.
La mala función del hígado ralentiza la producción de proteínas necesarias para la coagulación por lo que aparecen moretones en la piel.
El diagnóstico de cirrosis generalmente se basa en la presencia de un factor de riesgo para la enfermedad, como por ejemplo el consumo de alcohol o la obesidad, y se confirma mediante exámenes físicos, pruebas de sangre e imágenes.
Una de sus principales causas es la ingesta de bebidas alcohólicas, sin embargo, las personas que han padecido de hepatitis B o C también son propensas a la enfermedad. La acumulación de grasa en el hígado es otro de los factores de riesgo.
A continuación nueve síntomas que alertan su presencia:
1.-Debilidad
2.-Fatiga
3.-Pérdida de apetito
4.-Náuseas
5.-Vómitos
6.-Pérdida de peso
7.-Dolor abdominal
8.-Hinchazón y acumulación de líquido en el abdomen
9.-Aparición de vasos sanguíneos en la piel con forma de arañas o varices
Complicaciones
A medida que la función hepática se deteriora se pueden presentar varias complicaciones que empeoran la salud de la persona.
La acumulación de líquidos en las piernas, conocida como edema, y en el abdomen pueden conllevar a una infección grave.
La mala función del hígado ralentiza la producción de proteínas necesarias para la coagulación por lo que aparecen moretones en la piel.
El diagnóstico de cirrosis generalmente se basa en la presencia de un factor de riesgo para la enfermedad, como por ejemplo el consumo de alcohol o la obesidad, y se confirma mediante exámenes físicos, pruebas de sangre e imágenes.
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