TEGUCIGALOA, HONDURAS.- La comunicación es la columna vertebral de toda relación. No solo constituye el ámbito más íntimo de la afectividad —un terreno en el que lo que sucede duele o afecta más—, sino que también influye en la calidad del vínculo.
Una comunicación poco efectiva obstaculiza el flujo adecuado en la pareja, generando interpretaciones equivocadas y complicando la organización en la vida cotidiana. Además, afecta la seguridad y confianza emocional.
Para mejorar este proceso, es básico reconocer que hablar y comunicarse no son sinónimos. Comunicarse efectivamente implica no solo ser capaz de expresar lo que uno quiere o necesita, sino también tener la habilidad de escuchar y comprender las necesidades y deseos de la contraparte.

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Por otro lado, es crucial abordar la interacción de manera positiva y afirmativa, dando espacio a la seguridad emocional. En lugar de quejarse, gritar o enojarse, es recomendable validar el punto de vista del otro, afirmar, felicitar y expresar aprecio con afecto físico.
Las parejas en armonía cuidan el bienestar integral del otro, generando un ambiente donde se sienten seguros y se celebre la expresión sincera. Demuestre aceptación de los defectos, debilidades y peculiaridades.
Evitar hablar siempre desde el “yo” suele prevenir que la otra persona se ponga a la defensiva. Además, las parejas a menudo pasan por alto el ingrediente esencial: dedica tiempo a hablar y convertirlo en una prioridad. Aunque ambos trabajan y, especialmente, si tienen hijos, dedican de 20 a 30 minutos a la charla, sin distracciones, resulta necesario.
El sexo, ¿es una solución?
“Si una pareja suele tener una buena comunicación y una sólida intimidad sexual, las falencias en comunicación no se resuelven simplemente teniendo sexo”, asegura Antonio Escobar, psicólogo clínico. En otras palabras, aprender a utilizar dinámicas de comunicación que funcionan en la intimidad y aplicarlas a la relación en general.
-Medite: Cuando surjan problemas, sea prudente y seleccione el momento adecuado para hablar.
-No hable del pasado: Cuando se aborda un tema en pareja, es mejor evitar sacar asuntos del pasado de la relación. Es recomendable centrarse en una dificultad específica y trabajar juntos para encontrar una solución.
-Evite estar a la defensiva: Permitir que la comunicación defensiva se convierta en un patrón puede llevar a que eventualmente deje de expresar lo que realmente está pensando, lo que resulta en sentirse desconectado y solo. Es crucial cortar estos malos hábitos desde su origen.
-Adiós al pensamiento irracional: Una pareja saludable sabe expresar lo que les molesta con respeto y cariño. Tienen la habilidad de proponer soluciones y están dispuestos a ceder en aquellas que resulten igualmente satisfactorias para ambos. En este tipo de relación, se evitan los gritos, las rabietas y los dramas.

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