TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Suman usuarios día con día y se han vuelto la principal forma de interacción a distancia, pero también son detonantes de afectaciones en la salud mental y emocional. Las redes sociales llegaron para quedarse, pero aprender a hacer un uso más sano y responsable de ellas es una necesidad individual y colectiva.
La posibilidad de crear perfiles específicos, compartir información e imágenes en tiempo real, y contactar con personas desde cualquier parte del mundo parece un abanico completo de beneficios. Sin embargo, poco se habla de lo perjudicial que puede resultar el uso desmedido e inconsciente de plataformas como Instagram, Facebook, Twitter y TikTok; líderes en su campo. Aquí algunos mandamientos preventivos.
1. No vulnere su privacidad. El primer paso para cuidar de su integridad en internet es no dar acceso, ni a cercanos ni a extraños, a sus datos personales o de información que solo deberían conocer usted y su círculo de confianza. Limite las publicaciones o conversaciones que podrían comprometerlo ahora o en un futuro.
2. Reduzca el tiempo de navegación. Su cerebro almacena y refuerza sus hábitos de consumo mejor de lo que parece. De ahí el hecho de que las horas en TikTok se perciban como minutos. No descuide otras tareas de su vida verdaderamente importantes que podrían dejarle muchos mejores beneficios que el mero entretenimiento. Establecer horarios es una opción.
3. Los números no definen a nadie. Centrarse en la cantidad de likes o seguidores solo lo volverá cada vez más dependiente de la validación externa. Recuerde que las verdaderas relaciones interpersonales se establecen cara a cara y se refuerzan fuera de las redes sociales. Los números no definen el valor de una persona, simplemente son un indicativo de que dicho perfil se adapta a las tendencias digitales, muchas veces a un costo alto de pagar. Tenga en cuenta que a mayor alcance, menor privacidad.
4. No confíe en todo lo que ve. Tener cientos o miles de amigos en las redes sociales no es sinónimo de popularidad ni de éxito. Tampoco crea que las vidas perfectas que muchos suelen presumir son reales. Perfiles falsos, fotografías editadas, amistades por conveniencia y egos acentuados son mucho de lo que, lastimosamente, llega a hacerse viral y tomado como modelo a seguir.
5. Detalle el acceso a su perfil. Además de limitarse en lo que comparte, también existe la opción de especificar quién puede ver qué en su perfil. Explore las diferentes funciones de privacidad y adapte su información de modo que no cualquier extraño pueda ver sus fotos, historias o muro de publicaciones. Invierta tiempo en depurar a aquellos que aceptó o agregó en algún momento, pero que no conoce.
6. Siga a quienes lo inspiran. Un error muy común en el uso de redes sociales es no establecer lineamientos saludables a la hora de elegir a quién seguir. Evite consumir contenido de influencers, celebridades, marcas, páginas o personas que le despierten sentimientos y sensaciones negativas. Mejor interésese por aquello que en verdad es un aporte para su vida.
7. Esparza empatía y amabilidad. Si tiene la oportunidad de mejorar el día de un amigo al compartirle una publicación motivacional o dejarle un mensaje de cariño, hágalo sin pensarlo dos veces. Del mismo modo, prevenga a toda costa dejar comentarios malintencionados que podrían hacer daño a otros. Aléjese de las bolas de nieve cargadas de toxicidad.
8. No son una salida al ocio ni a la soledad. Su salud mental y emocional no va a mejorar por el simple hecho de navegar en redes sociales. Por supuesto, hay material de apoyo como videos y publicaciones promovidas por psicólogos, psiquiatras y figuras espirituales que pueden funcionar como parte de una red de apoyo. Pero pretender que sentimientos de soledad, exceso de ocio o problemas aún más delicados como la depresión y la ansiedad van a desaparecer por el simple hecho de “estar ocupados” en el celular es un error garrafal.
9. Almacene sus mejores momentos. Al fin y al cabo, la finalidad de crearse un perfil en redes sociales, más allá de interactuar con otros, es nutrir esa memoria virtual con episodios que le han dejado una huella positiva en alguna etapa de su vida. Considérelas álbumes de fotos y videos a los que puede volver cada vez que necesite motivarse y recordar que habrá días mejores.
10. La red tiene memoria. Recuerde que lo que suba a la red se quedará en la red aunque luego lo elimine. Absténgase de publicar contenidos que puedan ser utilizados con fines dañinos, como fotos o comentarios impulsivos.