TEGUCIGALPA, HONDURAS-. El Bikemart Gravel Challenge se presentó como una oportunidad única para los ciclistas apasionados por el gravel biking. Este evento fue una experiencia inolvidable, llena de adrenalina y camaradería, que reunió a entusiastas del ciclismo en un entorno natural incomparable.
El gravel biking es una disciplina emocionante que combina las características del ciclismo de ruta y de montaña. Los ciclistas se enfrentaron a terrenos mixtos, desde caminos pavimentados hasta senderos de tierra y grava, lo que requiere habilidades técnicas y resistencia física. Este deporte ha ganado popularidad por su versatilidad y la aventura que ofrece a quienes buscan desafiar sus límites.
El pasado domingo 4 de agosto, Villa de San Antonio, Comayagua, fue el escenario del Bikemart Gravel Challenge. Este evento, el primero de su tipo en Honduras, ofreció dos rutas desafiantes: una de 68 kilómetros para principiantes y otra de 90 kilómetros para ciclistas experimentados. Con un punto de partida en el Jardín del Edén, los participantes atravesaron el laberinto de cipreses, enfrentándose a un terreno técnico y variado.
Rutas y participación
La ruta de 68 kilómetros estuvo diseñada para ciclistas que se inician en esta disciplina, mientras que los 90 kilómetros representaron un desafío mayor para los más experimentados. Ambos recorridos destacaron por su belleza natural y la complejidad del terreno, prometiendo una experiencia inolvidable para los aproximadamente 166 ciclistas que participaron en el evento. Los ganadores de cada categoría recibieron una jersey de ciclismo de la prestigiosa marca colombiana Suárez, conmemorando su logro.
El evento contó con el respaldo de patrocinadores destacados como Excel Automotriz y Mitsubishi, Ultramotor Honduras, y empresarios locales como Tours Travel Julie. Esta colaboración es fundamental para el éxito del desafío, que no solo promoverá el deporte, sino también el turismo y la economía local de Villa de San Antonio.
El Bikemart Gravel Challenge marcó un gran acontecimiento en la historia del ciclismo hondureño, demostrando que el país está listo para acoger eventos de alto nivel en disciplinas emergentes. Los ciclistas y espectadores vivieron una jornada llena de emoción y superación personal, esperando con ansias la próxima edición de este desafiante evento.