TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Año con año, los hondureños aguardan por la Semana Santa por múltiples factores: vacacionar, adentrarse en las tradiciones religiosas, resolver pendientes en casa o simplemente por deleitarse de la variedad de alimentos de la temporada.
En la tradición cristiana, este tiempo sagrado es un periodo de penitencia y ayuno, donde los peregrinos son llamados a la reflexión y oración para purificarse espiritualmente. La Semana Santa en Honduras es una de las celebraciones más significativas, pues entrelaza aspectos sociales, turísticos y religiosos fusionados en una vibrante expresión de identidad nacional.
Turísticamente hablando, Honduras reúne a nacionales y extranjeros para sumergirse en las festividades tradicionales religiosas y atractivos lugares que deslumbran a todo aquel que nos visita. Desde alfombras de aserrín en Comayagua y representaciones de la Pasión de Cristo en el Parque Central de Tegucigalpa, hasta cristalinas aguas para disfrutar de un día en la playa de Trujillo disfrutando de un manjar marino son parte de la amplia representación cultural del país para la Semana Santa.
¿Por qué no se come carne en Semana Santa?
Este tiempo también simboliza un período de reunificación familiar. Muchos hogares se preparan para poder construir momentos memorables juntos, fortaleciendo los lazos y compartiendo comidas típicas de Semana Santa, esto tomando en cuenta algunas costumbres propias de la también denominada “semana mayor”, por ejemplo, restringir el consumo de carnes rojas.
¿Pero, por qué no se come carne en Semana Santa? La causa se remonta a la historia antigua del pueblo de Israel, donde este ingrediente de difícil alcance era catalogado como el mejor y significaba abundancia, por eso se lo ofrecían a Dios. En sustitución optaban por una dieta vegetariana durante el periodo de cuaresma.
Aunque en Honduras lo común es practicar esta abstinencia sólo por una semana y en su defecto, adoptar las “comidas de Semana Santa” haciendo referencia a preparaciones con base de carnes blancas como mariscos, y sopas de vegetales.
El significado cultural de las comidas típicas de Honduras
En cada comida típica de Semana Santa en Honduras se entreteja historia, tradición y un patrimonio culinario que se desprende de las montañas y costas de la nación. La gastronomía hondureña refleja diversidad y riqueza cultural en cada uno de los sabores que emergen de la región.
Con una mezcla de influencias indígenas, africanas y españolas estos platillos han perdurado a lo largo de las generaciones como un legado de pertenencia que enriquecen la identidad nacional.
Las festividades como la Semana Santa o Navidad son ocasiones ideales para deleitar el paladar con platillos típicos que avivan el componente cultural a partir de bocados que cuentan historias y brindan tributo a estas tradiciones de antaño.
Cinco comidas típicas en Semana Santa
A lo largo de los días santos puede optar por diversos platillos típicos que forman parte esencial de la temporada. A continuación, enlistamos los más populares.
La tradicional sopa de tortas de pescado seco -que se fríen abrazadas de una capa de huevo batido- sumergidas en el cremoso caldo impregnado de sabores auténticos de nuestra tierra, como: ajo, cebolla, dos tipos de cilantro, chile dulce y cebollín, pero el toque único, sin duda, es la fusión de la cabeza o espinazo de pescado con la leche de coco fundida en el hervor de la sopa. Toma aproximadamente una hora para cocinarla, pero tan sólo unos minutos para saborearla.
El pescado frito con tajadas, a base de guineo (o mínimo) verde frito en rodajas, es otra favorable opción. El platillo es popularmente acompañado de chimol, cebollas curtidas y en algunos sectores del país es complementado con arroz. Esta combinación simple, pero exquisita es una elección frecuente en los menús de Semana Santa.
Continuando con las sopas, la marinera es una de las favoritas. Esta delicia se consume con especial entusiasmo en la temporada. Cada hogar tiene su propia sazón, por lo que experimentar en la cocina para ampliar sus destrezas culinarias es una buena manera de satisfacer sus propios gustos y necesidades. Camarones, caracol cocido, filete de pescado y cangrejos son la base del sabor, las hierbas aromáticas también son infaltables.
Para poner notas más dulces en su paladar, los postres en miel son los predilectos de la época. La ventaja es que su preparación es tan versátil que se presta para elaborar desde rosquillas hasta frutos, como mango, ciruelas y ayote. Independientemente la base que elija, la debe cocer con panela o rapadura de dulce, canela, pimienta gorda y clavos de olor.
Una opción fresca y deliciosa en esta época en la que predomina el calor es el ceviche de camarón. Su fácil y rápida preparación lo posiciona como uno de los platillos por excelencia de la temporada. Los camarones son la estrella de la receta. Además, necesitará limones, naranja, mango o aguacate, sal, pimienta, cilantro, cebolla y tomates picados. Mezcle todo en un tazón y deje curtir por unas dos horas en su refrigerador antes de servir.
Estas opciones son parte de la diversidad culinaria hondureña que no sólo deleitan el paladar, sino que exaltan la cultura del país a través de una explosión de sabores que merecen la pena ser disfrutados más allá de nuestras fronteras.