Dada la peligrosidad del capo y el riesgo “significante” de que pueda huir, el gobierno estadounidense ha pedido a la justicia que siga encarcelado hasta el juicio
El capo permanece recluido bajo estricta vigilancia en Bogotá a la espera de su extradición a Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por su ubicación