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Jonathan Paz: 'estamos obligados a ser campeones...”

El central reveló que trabajaba en la albañilería y que a los 14 años entró de lleno al fútbol. “Cuando le dije a mi papá que venía a Olimpia, se puso feliz de la vida”, dijo y advirtió el duelo en Olancho: “Será un juego abierto”

24.08.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-A cada pelota va con la gallardía y la dureza con las que forjó su vida. “Me tocó duro, empecé chavalito a trabajar, como de 12 o 13 años”, avisa ese recio zaguero criado en el Bajo Aguán y hoy titular en ese Olimpia que mañana defiende la punta en Juticalpa.

Contrario a muchos futbolistas, Jonathan Paz debió dejar de lado el balón en su infancia debido a la necesidad de generar ingresos.

“Yo de niño no me metía mucho al rollo del fútbol. Soy de una familia humilde y trabajadora; trabajaba en la albañilería, salía muy tarde y no me quedaba mucho chance de jugar. Solo tenía libre los domingos, pero era un día para descansar porque el lunes me tocaba madrugar para ir a trabajar”.

Fue hasta los 14 años cuando comenzó a dar pininos en una carrera llena de sueños.

“Mi papá y mis amigos me dijeron que aprovechara un poco a jugar fútbol, que tenía condiciones y me metí de lleno al fútbol. Me salió una oportunidad y aquí estoy”.

Sí, acá está, en el equipo de sus amores y en el club más ganador de país.

“Siempre mi papá me hablaba de Olimpia y me decía que era el mejor equipo, porque toda mi familia es olimpista. Cuando le di la noticia que venía para Olimpia, él estaba en Estados Unidos y se puso feliz de la vida; se vino porque mi mamá quedaba sola en Tocoa y hoy está contento de verme en Olimpia”.

No hay amigos en la cancha
A partir de su debut en la Real sociedad (2013), fue escalando gradas, pero sin dejar de lado un anhelo.

“Siempre quise llegar a Olimpia y ahora que estoy aquí lo disfruto. Es una gran institución, muy seria y puntual en todo; siempre me la imaginé así porque había tenido compañeros en la Selección que me habían hablado de cómo era Olimpia”.

Pero en la cueva no todo es color de rosa: hay obligación de corona, tensión y una guerra por un puesto en el 11. “Me costó adaptarme por el ambiente y la presión, ya que hay bastante competencia porque aquí están los mejores jugadores. Tuve que mentalizarme porque me decían que me metiera al equipo y que fuera el Jonathan Paz de Real Sociedad, entonces me metí en la cabeza que tenía que ser aguerrido como en Real Sociedad”.

Desde su arribo en 2017, tenía claro las obligaciones que conlleva ponerse la blanca.

“Uno desde que llega a Olimpia sabe que aquí es título a cada torneo. Sabía a lo que venía y de la presión que se siente; ahora estamos obligados a ser campeones y esperamos que las cosas se vayan dando partido a partido”, afirma el serio defensor.

Ese rostro serio plasmado ante los medios también se deja ver en el terreno de juego. “En la cancha no tengo amigos ni nada; tengo bastantes excompañeros en otros equipos, pero solo los saludo antes del juego y de ahí no conozco a nadie. A veces en el campo me quieren sacar plática o decirme algo para desconcentrarme, pero yo no lo acepto, yo lo acepto hasta después del partido”.

Pidió disculpas al grupo
Su seriedad va de la mano con una intensidad que a veces le pasa factura, como le sucedió en la primera fecha del Apertura: salió expulsado por protestar y recibió dos juegos de castigo.

“Aunque el profe no me haya dicho que me equivoqué, yo reaccioné y me sentí mal con el grupo porque el plantel me está dando la confianza. Yo le pedí disculpas al grupo porque lo hice mal, sentí que me equivoqué demasiado y eso me pasó factura”, confiesa Jonathan, que se apunta para la próxima batalla.

Ese combate es ante un rival que ya se la has hecho al León en más de una oportunidad.

“Será un juego muy abierto, Juticalpa saldrá a ganar al igual que nosotros, no nos vamos a meter atrás. Tienen buenos delanteros y la que tengan es peligroso que la concreten, y después podemos quedar contra las cuerdas. Espero que sea un partido bonito”, cierra el hombre que dejó la albañilería por el fútbol.