TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fue un auténtico león enjaulado durante la final y apenas su
Olimpia firmó la copa 33 salió disparado de su apartamento para festejar con sus muchachos en el
Estadio Nacional.
Ya con la tranquilidad de la consagración en el cuerpo, él mismo reveló ayer esa vivencia en una entrevista para la 221 Radio 103.1 de Argentina.
“Vi el partido solo en mi casa... no sabés la locura. Me vestí con la misma ropa que uso en los partidos. ¿Qué costumbre? Es cábala. Terminó el partido, llamé a la familia y salí volando para la cancha”, relató Pedro Troglio en relación con la coronación en penales ante Motagua.
El técnico olimpista estaba castigado y tenía prohibido dirigir el partido, por lo que debió dar indicaciones a sus auxiliares desde su habitación.
VEA: Ultra Fiel se luce con la decoración del Estadio Nacional
“Fue loco, llamé 20 veces por teléfono. Llamaba a Gustavo (Reggi) y a Pablo (Martin) y me decían: ‘Pero mirá que estamos bien’. Y yo decía: No. Claro, yo por televisión veo algo que ellos no sienten.
Ellos pensaban que estábamos jugando bárbaro, pero habían cosas que no”, contó el técnico tricampeón con los Blancos.
El argentino no pudo estar en el juego de la final de vuelta porque en la ida entró al campo a increpar fuertemente al árbitro Armando Castro. Ese enfado lo ratificó con una caliente conferencia de prensa.
En una charla amena con sus compatriotas, el Rulo confesó que ahora como entrenador se le “zafa más la cadena” que cuando era futbolista.
Ahora más porque soy el responsable de todo y las cagadas son para mí. Me gustaba más jugar al fútbol que dirigir, pero siento que soy mejor entrenador que jugador”, dijo antes de dejar claro que “hace 40 años que vivo de esto y no he logrado calmarme nunca”.
Es más, contó, “me dijeron que juegue al golf para relajarme, pero golpeé dos pelotas y me doblé la mano. Terminé en el house mirando un Arsenal Colón ja, ja, ja”.
En el Albo ha encontrado “un club fantástico que en la pandemia todos los 5 me pagaba”. No hay duda, acá está feliz. “Tengo una relación con los jugadores como la que tenía con el plantel de Gimnasia de 2011 a 2016; me llevo muy bien con los chicos”, dijo con elocuente satisfacción. Su sonrisa denotaba la alegría propia de un entrenador que no ha saboreado otra cosa que no sea la de levantar títulos desde que llegó a Honduras.
“Mirko, uno de mis hijos más chicos, le dijo a los profesores en el Zoom que yo había ganado otra copa más; eso me hace muy feliz”, dijo antes de lanzarle una chinita a su otro vástago: “Mi hijo (Gian) es un jugador de la puta madre, pero descuidó su vida. Si se lo proponía, podía llegar lejos. Ahora tiene cuerpo de hamburguesa ja, ja, ja”.
Troglio habló de todo un poco, desde su amor a Gimnasia hasta las diferencias de los futbolistas de antes con los de ahora.
“Los chicos están en otra cosa, me pasa mucho con mis hijos. Muchos jugadores no saben a quién van a enfrentar porque en vez de ver un partido tienen otras cosas para hacer... se ponen a jugar Fortnite o no sé qué”, cerró.
Ya con la tranquilidad de la consagración en el cuerpo, él mismo reveló ayer esa vivencia en una entrevista para la 221 Radio 103.1 de Argentina.
“Vi el partido solo en mi casa... no sabés la locura. Me vestí con la misma ropa que uso en los partidos. ¿Qué costumbre? Es cábala. Terminó el partido, llamé a la familia y salí volando para la cancha”, relató Pedro Troglio en relación con la coronación en penales ante Motagua.
El técnico olimpista estaba castigado y tenía prohibido dirigir el partido, por lo que debió dar indicaciones a sus auxiliares desde su habitación.
VEA: Ultra Fiel se luce con la decoración del Estadio Nacional
“Fue loco, llamé 20 veces por teléfono. Llamaba a Gustavo (Reggi) y a Pablo (Martin) y me decían: ‘Pero mirá que estamos bien’. Y yo decía: No. Claro, yo por televisión veo algo que ellos no sienten.
Ellos pensaban que estábamos jugando bárbaro, pero habían cosas que no”, contó el técnico tricampeón con los Blancos.
El argentino no pudo estar en el juego de la final de vuelta porque en la ida entró al campo a increpar fuertemente al árbitro Armando Castro. Ese enfado lo ratificó con una caliente conferencia de prensa.
Mejor técnico que jugador
“Dije que era de la calle porque el periodista me preguntó una pelotudez. Ese mismo periodista que te pregunta va a jugar con los amigos los fines de semana y se putean entre ellos jugando un partido, y me viene a preguntar eso a mí. No por ser entrenador tengo que ser ejemplo de algo”, explicó tras afirmar que “en la vida hay muchos falsos moralistas”.En una charla amena con sus compatriotas, el Rulo confesó que ahora como entrenador se le “zafa más la cadena” que cuando era futbolista.
Ahora más porque soy el responsable de todo y las cagadas son para mí. Me gustaba más jugar al fútbol que dirigir, pero siento que soy mejor entrenador que jugador”, dijo antes de dejar claro que “hace 40 años que vivo de esto y no he logrado calmarme nunca”.
Es más, contó, “me dijeron que juegue al golf para relajarme, pero golpeé dos pelotas y me doblé la mano. Terminé en el house mirando un Arsenal Colón ja, ja, ja”.
En el Albo ha encontrado “un club fantástico que en la pandemia todos los 5 me pagaba”. No hay duda, acá está feliz. “Tengo una relación con los jugadores como la que tenía con el plantel de Gimnasia de 2011 a 2016; me llevo muy bien con los chicos”, dijo con elocuente satisfacción. Su sonrisa denotaba la alegría propia de un entrenador que no ha saboreado otra cosa que no sea la de levantar títulos desde que llegó a Honduras.
Recibió ofertas de Argentina
“Recibí llamados de tres equipos de primera de Argentina y tres del Nacional B (segunda), pero estoy en un equipo de primer nivel y me voy a quedar acá”, tranquilizó al olimpismo. Su felicidad la ha construido a base de éxitos desde su arribo al Rey de Copas en 2019: un tricampeonato con dos campeonísimos incluidos.“Mirko, uno de mis hijos más chicos, le dijo a los profesores en el Zoom que yo había ganado otra copa más; eso me hace muy feliz”, dijo antes de lanzarle una chinita a su otro vástago: “Mi hijo (Gian) es un jugador de la puta madre, pero descuidó su vida. Si se lo proponía, podía llegar lejos. Ahora tiene cuerpo de hamburguesa ja, ja, ja”.
Troglio habló de todo un poco, desde su amor a Gimnasia hasta las diferencias de los futbolistas de antes con los de ahora.
“Los chicos están en otra cosa, me pasa mucho con mis hijos. Muchos jugadores no saben a quién van a enfrentar porque en vez de ver un partido tienen otras cosas para hacer... se ponen a jugar Fortnite o no sé qué”, cerró.