Veintisiete años después de su fundación, la Real Sociedad toca las puertas del rancho donde solo habitan los grandes de Honduras y en los próximos 180 minutos quiere llevar a su vitrina la primera copa de campeón, luego de tres subcampeonatos que su presidente, el abogado, panadero y repuestero Ricardo Elencoff, guarda con recelo en la sede del club.
Dueño de un fútbol ofensivo y alegre, que ha construido gracias a la mística que le implantaron entrenadores de la talla de Jairo Ríos, Horacio Londoño y Héctor Castellón, de la mano del maestro de educación primaria Mauro Reyes los expertos aseguran que este es el momento del club.
Claro que para llegar a la gloria, el Aceitero ha tenido que sufrir. En la Liga de Ascenso fue subcampeón tres veces (1998, Clausura 2011 y Clausura 2012) antes de ascender bajo la guía de Raúl Martínez Sambulá en la finalísima ante Parrillas One de 2012.
'Acá no pagamos sueldos millonarios, pero lo que ofrecemos lo cumplimos', explica Ricardo Elencoff una de las bases que ha llevado al éxito a este club, que en su primera temporada en Primera División aprendió su gran lección de vida: contrató 'estrellas' y quedó en los últimos lugares.
El equipo que viste de rojo remodeló su pequeño estadio Francisco Martínez Durón, una cancha para algunos cinco mil espectadores que esta temporada ha pasado más vacío que lleno; a pesar de lo irregular del estado del campo, el Aceitero juega con la pelota al piso y arrincona a sus rivales, aunque eso no le ha servido para dar el último paso: en el Clausura 2013 (segundo lugar de las vueltas con 30 puntos) pierde la final ante Olimpia: en el Apertura 2013 (primer lugar de las vueltas) cae en penales ante Real España y en el Apertura 2014 la suerte no le sonrió ante Motagua (fue quinto de las vueltas).
'No me considero el directivo más exitoso de Liga, pero sí muy orguloso porque he clasificado a cuatro finales con un equipo humilde que juega solo con hondureños... queremos ser campeones para despertar confianza en la dirigencia del fútbol nacional', sentenció Ricardo Elencoff, que para llegar a esta finalísima ha invertido cinco millones de lempiras. ¿Llegó tu momento, Real Sociedad?
