La Navidad ya no será la misma, porque el fútbol se volvió a empecinar en correr hacia el terrible luto; la luz de Arnold Peralta se apagó producto de la criminalidad que impera en un país lleno de violencia y odio.
Este jueves, el mediocampista de Olimpia y la Selección de Honduras, que pasaba sus vacaciones en La Ceiba (la ciudad que lo vio nacer), fue acribillado al salir del centro comercial Uniplaza; 18 disparos acabaron con la vida del seleccionado nacional, que tenía 26 años y mucho más por ofrecer...
Sus últimos minutos...
Cerca de las 5:30 de la tarde, el futbolista salía de Uniplaza, donde realizó unas compras para su hija recién nacida, cuando fue atacado por individuos fuertemente armados que se transportaban en una motocicleta.
Se presume que el futbolista encaró a los individuos que, sin mediar palabra, le dispararon en la cabeza y el tórax. Según testigos, Arnold Peralta iba acompañado de su esposa y dos excompañeros del Vida, Marcelo Canales y Marcelo Santos.
El futbolista quedó tendido en el estacionamiento, a la par de su lujoso carro. Las personas que salían de Uniplaza alertaron a la Policía, que se hizo presente minutos después; los guardias de seguridad del lugar fueron incapaces de detener a los que le dispararon al ex-Rangers.
Cerca de las 7:00 de la noche, la cantidad de personas que estaba en el sector era numerosa y, a la par, las autoridades de Medicina Forense hicieron el levantamiento del cuerpo del futbolista.
Amigos como Francisco Pavón lamentaron la muerte de Arnold Peralta, al igual que dirigentes del Rojo, que se apersonaron al lugar. Familiares y amigos del mediocampista estaban sorprendidos por la forma como le arrebataron la vida al jugador del conjunto merengue.
Tristeza total...
Carlos Peralta, el padre del futbolista, fue el primero en reconocer el cadáver. En medio de un dolor insoportable, el empleado de los juzgados ceibeños considera que el móvil del asesinato fue el robo de su vehículo, móvil que fue descartado por la PN.
“Yo le dije a mi hijo que ese carro era demasiado lujoso, pero ya es tarde”, dijo Carlos, quien no pudo contenerse; “era el menor de la familia, era lindo conmigo”. Don Carlos hasta se atrevió a pedir a las autoridades policiacas que se investigara a cierta persona de Corozal (aldea garífuna cercana a La Ceiba), que era cercana al futbolista.
Policía descartó el robo
Inmediatamente, las salidas de La Ceiba fueron cerradas y el inspector Wilson Sequeira aseguró que ya están revisando las cámaras de seguridad del lugar de los hechos.
“Descartamos el robo, porque en ningún momento fue despojado de sus pertenencias. Se hace todo lo posible para dar con los autores del crimen para que puedan responer a la exigencia de la sociedad”, dijo la Secretaría de Seguridad
