ESTAMBUL, TURQUÍA.- Con un sufrido partido, el Manchester City logró su gran sueño, ganar su primera Champions League, luego de vencer 1-0 al Inter de Milán en Estambul, Turquía.
En un duelo en el que City, claramente era favorito en la previa, sufrió lo impensable y perdió a su cerebro Kevin de Bruyne por lesión en la primera parte.
Y es que hasta ese momento, el habitual 3-5-2 presentado por Simone Inzaghi, creaba muchos problemas. El bloqueo nerazzurri parecía parar a la máquina de fútbol y de goles de los ingleses.
El equipo de Pep Guardiola encontraba dificultades y el nerviosismo del equipo celeste era latente, con su portero brasileño Ederson titubeante en algunas acciones.
Un primer tiempo disputado y parejo, donde parecía que el Inter lograría ponerse en ventaja, sin embargo, no estuvieron finos para definir las ocasiones claves.
Pero fue al minuto 68 del partido, Rodri logró sacar un remate que significó el 1-0 definitivo para que los dirigidos por Pep Guardiola lograran coronarse campeones de Europa por primera vez en su historia.
Los italianos lo intentaron de todas las maneras, sin embargo, con un gran Ederson en la portería, no lograron empatar el encuentro y hasta el último segundo el partido se mantuvo en suspenso.
Pasaron los minutos y no lograron romper el cerrojo de los celestes que se defendieron de buena manera en los últimos 10 minutos del encuentro.
A pesar de que los fantasmas de la final perdida en 2021 contra Chelsea se asomaban, el City no se achicó y logró coronarse campeón este 2023.
Con esto, Pep Guardiola pudo ganar también su primera Champions fuera de Barcelona, donde había logrado los títulos en 2009 y 2011.
City fue más incisivo durante toda la final
Eso no impidió a los “Citizens” gozar de la mejor ocasión en los primeros compases, con una internada por la derecha del portugués Bernardo Silva, cuyo disparo pasó cerca de la portería italiana.
Pero esa oportunidad del City parecía un hecho aislado. El conjunto inglés no se imponía. No era el equipo que había ganado la Premier y la FA Cup y que había anotado 31 tantos en doce partidos en Champions.
Se veía a un City desconocido y nervioso contra un Inter cómodo y envalentonado.
Pep Guardiola gesticulaba y mandaba órdenes a Kevin De Bruyne. Algo no funcionaba como se había planeado.
Haaland, la estrella del City se veía rodeado siempre de dos o tres defensas para cortarle cualquier pase. Ni el centro del campo inglés tenía espacios, ni el delantero noruego tampoco.
Guardiola había repetido que no había favorito pese a que todos los pronósticos daban vencedor a su equipo. Que solo los noventa minutos del final contaban, no los partidos anteriores. Y el Inter estaba empecinado en dar la razón al técnico catalán.
Una genialidad de De Bruyne en forma de pase a Haaland en el minuto 27 que terminó con disparo del noruego al cuerpo del portero camerunés del Inter, André Onana, pareció devolver las esperanzas a los “Citizens”.
En la tribuna del estadio turco, el jeque Mansour, el propietario emiratí del City desde 2008, asistía inquieto a la falta de chispa del equipo inglés.
Lesión de De Bruyne no impidió romper la maldición
La preocupación aumentaba con la sustitución de uno de sus hombres claves, De Bruyne, lesionado, que dejaba su lugar en el minuto 36 a Phil Foden.
Si el City había perdido a su jugador belga, el Inter hizo uso del suyo, Romelu Lukaku, en el minuto 56, sustituyendo al bosnio Edin Dzeko en el ataque para acompañar al argentino Lautaro Martínez.
Precisamente el campeón del mundo en Qatar 2022, apagado hasta ese momento, aparecíó en el minuto 58, aprovechándose de un pase hacia atrás de los de Manchester para quedarse solo ante Ederson, pero su disparo fue despejado por el portero brasileño.
Pero el fútbol no es una ciencia exacta y cuando parecía estar en peor situación, sin De Bruyne, surgieron los otros dos centrocampistas de altos vuelos del City.
Bernardo Silva hizo una incursión por la derecha y su pase hacia atrás fue rematado por Rodri a la red en el minuto 68.
El Inter no se rindió y tuvo su mejor ocasión dos minutos después, con un renate de Demarco al larguero. El rebote lo volvió a rematar el propio centrocampista italiano, pero su intento se encontró con el cuerpo de su compañero Lukaku.
Fue el último cartucho del Inter, que deberá esperar para ganar su cuarta Champions, en una temporada europea sin fortuna para el fútbol italiano, que vio también perder la final de la Europa League a la Roma y la Conference a la Fiorentina.
Mientras que para los “Sky Blues” es todo alegría y euforia tras lograr su tan ansiado título europeo que tanto se les había negado.