El fondo fue aprobado por unanimidad durante su congreso anual, realizado mediante una teleconferencia en la que el presidente de la FIFA Gianni Infantino envió un mensaje de aliento ante la paralización absoluta del fútbol en Sudamérica.
Al presentar sus estados financieros al 31 de diciembre de 2019, la CONMEBOL reportó una cifra récord de ingresos: 509 millones de dólares. El monto eclipsó lo facturado el año previo, de 227 millones de dólares.
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Refiriéndose a las medidas de confinamiento y distanciamiento social en el continente, el presidente de la CONMEBOL Domínguez manifestó que no hay prisa para reanudar las ligas y copas internacionales. La reunión fue virtual para cumplir con las medidas de prevención en la lucha contra la enfermedad COVID-19.
“Por ahora es una batalla que debemos jugar de local, debemos quedarnos en casa”, dijo Domínguez ante los representantes de las 10 asociaciones miembro. “Esta crisis igual nos ubica en una posición sólida”.
Una semana antes, la CONMEBOL anunció su intención de desembolsar un total de 65 millones de dólares para aliviar las finanzas de los clubes que participan en las actuales ediciones de la Copa Libertadores y la Sudamericana.
El fútbol mundial está sumido en la incertidumbre ante las pérdidas millonarias que ocasionará la suspensión de las ligas y competencias internacionales por el avance de la pandemia. Tampoco se sabe a ciencia cierta cuando se podrá retomar la actividad.
Desde Suiza, Infantino clamó por dar prioridad a la salud.
“Por primera vez, el fútbol no es lo más importante. La salud es lo primero”, dijo el jerarca máximo de la entidad madre del fútbol. “Y debe seguir siendo hasta que esta enfermedad sea derrotada”.
La semana pasada, en una entrevista con la Associated Press, Domínguez se expresó contrariado por unos comentarios de Infantino al plantear modificar los formatos de los torneos a raíz de la crisis.
Ambos dirigentes abogaron por ser solidarios frente a las actuales circunstancias y resaltaron que sus organizaciones están con sus finanzas en orden.
“El mundo se enfrenta a nuevos desafíos y en estos desafíos tenemos que permanecer unidos, mostrar solidaridad y tenemos que trabajar en equipo”, dijo Infantino.
“También tenemos que mirar al futuro y no quedarnos parados creyendo que el mundo va a volver como estaba”, añadió. “Esto nos va a afectar, por supuesto, nuestro mundo y nuestro deporte van a ser diferentes cuando volvamos a la normalidad. Y creo que es nuestra responsabilidad, como administradores del fútbol, asegurarnos que el fútbol sobreviva y que pueda prosperar una vez más”.
En una declaración enviada a AP el martes, la FIFA dijo que se encuentra en situación financiera fuerte y es “nuestro deber hacer lo máximo posible” para ayudar a la industria del fútbol. La entidad ha amasado reservas que alcanzan los 2.745 millones de dólares.
Una vez superada la pandemia, Infantino mencionó tres aspectos que deberán poner “atención particular”: el calendario internacional, los contratos y transferencias y la ayuda financiera necesaria.
Sobre el calendario, que por la suspensión quedará más apretado para disputar los compromisos de las selecciones y clubes, Infantino dijo que “cada uno tiene sus intereses, pero tenemos que hablar y poner sobre la mesa algunos temas que no hemos puesto antes”.
La pandemia provocó que la CONMEBOL aplazara por un año la Copa América que se iba a jugar en Argentina y Colombia entre junio y julio, además de interrumpir la Copa Libertadores al cabo de su segunda fecha en la fase de grupos. Tampoco se pudo dar comienzo a las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.
“Debemos ser responsables en las tomas de decisiones, que protejan al futbol y que minimicen, en la medida de lo posible, el impacto social y económico de esta situación”, afirmó Domínguez.
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