SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- El amor por el fútbol y por los colores del equipo que amas no tiene fecha de vencimiento ni excusa que valga para apoyarlo en todo momento, así lo demostraron estos tres enamorados por el Marathón.
A pesar de tener una incapacidad que evita que se puedan mover con normalidad están ahí en cada partido que juegan los Verdolagas en el Yankel Rosenthal apoyando y gritando cada gol de los suyos.
Ellos son Enrique Ruiz, Orlando Solís y Ricardo Argueta tres hombres que tuvieron el infortunio de perder su capacidad para caminar, pero eso no los derrotó y siguen con su vida.
La junta directiva de los esmeraldas tuvo un noble gesto con estas personas y es que les permitieron vía libre sin paga alguna para poder ver los partidos de su Monstruo querido siempre que sea de local. No pagan boleto desde 2022.
En conversación con El Heraldo, don Enrique contó que desde niño su abuelo lo llevaba al estadio y ahí nació el cariño por su club.
Además manifestó que: “Toda mi vida he sido Marathón y hoy ya tengo 32 años, soy de la colonia Sandoval de aquí de San Pedro Sula y siempre recorro una media hora para venir al estadio”.
¿Y usted hizo su medio de transporte?
“Me lo regalaron hace años y ahora ya me acostumbré a él, ya lo manejó a la perfección. Las ruedas son de los colores de Marathón y atrás tengo uno de los escudos”.
Mientras que el oriundo de La Lima, Ricardo Argueta, cuenta que siempre ha sido un amante del fútbol.
“Yo soy un futbolero y por lo tanto soy aficionado de Marathón. Siempre busco la manera de venir al estadio con mi hermano y toda mi familia. Venimos desde La Lima”, contó.
El señor de 53 años agregó: “Yo le agradezco a la directiva de Marathón que no nos cobra las entradas, bueno, la verdad que yo en ningún evento pago entrada”, externó.
Ricardo recordó el accidente que tuvo y que lo hizo perder sus piernas. “Me fui mojado para Estados Unidos y tuve un accidente en tren allá por 1981. No hay excusa”.
Orlando por su parte nació en Macuelizo, Santa Bárbara y es otro de los aficionados con acceso libre a ver a su Marathón. Actualmente vive en Villanueva y cuenta que los miembros de la barra del equipo siempre lo recogen para que no se pierda los partidos.
