SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- ¿Qué será lo que tiene el número 7? Es el nombre de un pegajoso merengue clásico, y ese siete es la derrota que sumó esta noche el Real España en el torneo tan pobre que marcha penúltimo en la tabla tras cumplir un año calendario sin vencer a un grande. El Olimpia le apagó las velitas en el estadio Olímpico con un gol de Gabriel Araújo.
Lo de la Máquina se veía venir desde que se miró la alineación. La dupla Valladares-Reyes se cargaron los estelares y pesos pesados y se la jugaron con cipotes. Fue un entrenamiento para el Viejo León, que de no ser por las constantes tapada de Luis “Buba” López el resultado pudo ser más abultado.
El León no tiene rivales en el Apertura 2023, cada jornada es un paseo más en una liga donde conduce un Ferrari de Fórmula 1 mientras el resto de rivales viaje en bicicleta. Así de disparejo se ha vuelto el torneo, pero no es culpa del Viejo León, es culpa de los rivales que no se reforzaron y lo obvio, no pueden competir con la chequera.
Real España se debe olvidar de liguilla y debe pensar en el próximo torneo. Se debe hacer una limpia. El fútbol mostrado en un desolado estadio donde apenas saltaban en las gradas unos cuatro pelones de la Megabarra, los gritos de algunos fanáticos de silla frustrados, se compaginaba con el sonido de un bombo que no paró de sonar, pero en la cancha, la Máquina seguía nuevamente por la calle realidad.
El partido ya se tornaba polémico porque el árbitro Melvin Matamoros no miró una clara mano en la línea de gol de Carlos Chapetilla Mejía, quien debió ser expulsado y sancionar penal; además, había sacado la pelota de adentro y era gol lícito. Pero los blancos no protestaron, trabajaron el partido y fueron subiendo las revoluciones hasta romper los dos ceros que se hacían grandes.
Los Aurinegros apenas intentaron con un tibio cabezazo de Darixon Vuelto que se fue desviado en los primeros minutos del primer tiempo cuando Carlos Mejía levantó la pelota.
El resto fue un monólogo que ni el mismo José Valladares se entendía que pretendía al jugar sin “nueve” y darle la ventaja a la zaga del albo que no tuvo trabajo. Hasta Menjívar se dio el lujo de terminar jugando lesionado, pues se terminaron los tiempos que los artilleros Aurinegros metían miedo.
Buba López venía salvando la coladera que hacía la defensa. Gritaba al verse vulnerable, porque jugando a medio vapor, al león le bastó. Troglio mandó al campo a Gabriel Araújo en lugar de Carlos “El Mango” Sánchez que estaba perdido y no podía levantar un centro. El brasileño se sacó una de las que ha venido haciendo en este corto tiempo de merengue, el remate de media distancia le dio resultado.
Cuando corrían 80 minutos, tras jugar en campo del rival, miró que la defensa aurinegra estaba partida en dos y sacó un violento zapatazo desde unos 35 metros, con tanta fortuna que Getsel Montes la desvió en el camino y engañó a Buba. Así facturó otro triunfo el Albo que se mantiene en la cima y agiganta su invicto mientras la Máquina debe estar trabajando tras bambalinas en otro proceso.
