BARCELONA.- El delantero francés Antoine Griezmann se mostró disgustado por la airada reacción del Atlético de Madrid a su fichaje por el FC Barcelona, donde fue presentado este domingo con la ilusión de obtener los grandes torneos ausentes de su palmarés.
'Es una pena lo del Atlético. Yo fui a verles a propósito para no pillarlos desprevenidos y que pudieran prepararse para el futuro', dijo Griezmann durante la rueda de prensa de su presentación.
'Nos pusimos de acuerdo pero finalmente cambió. Es como es, hay que aceptarlo', añadió el francés después de posar con su nueva camiseta azulgrana con el dorsal 17.
Esperado desde hace semanas, el aterrizaje del campeón del mundo galo al FC Barcelona desencadenó una guerra entre el jugador, su nuevo club y el Atlético de Madrid, que pone en cuestión el precio del traspaso.
La cláusula de rescisión de Griezmann se abarató el 1 de julio de 200 millones de euros a 120 millones, cantidad que abonó el Barça el pasado viernes para liberar de su contrato a su nueva estrella.
Pero el Atlético denuncia que el delantero y el club catalán cerraron el acuerdo desde marzo, con la competición todavía en marcha, y reclama los 200 millones de euros.
Según el diario deportivo español As, el club madrileño llevará el caso a la FIFA.
'Veremos cómo evolucionará pero no veo que tenga ninguna evolución posible para ellos, porque no hay nada', dijo Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, asegurando que solo contactaron con el entorno del jugador una vez este anunció a mediados de mayo que se iría del Atlético.
El jugador, que no se presentó a la vuelta a los entrenamientos del Atlético el domingo anterior, reconoció que 'siempre es difícil dejar una casa, un sitio donde te sentías muy cómodo, que es tu familia'.
'Solo tengo admiración y respeto hacia ese club. Lo he dado todo en el campo desde el principio hasta el final de la temporada y no tengo ninguna vergüenza', insistió.
'Es una pena lo del Atlético. Yo fui a verles a propósito para no pillarlos desprevenidos y que pudieran prepararse para el futuro', dijo Griezmann durante la rueda de prensa de su presentación.
'Nos pusimos de acuerdo pero finalmente cambió. Es como es, hay que aceptarlo', añadió el francés después de posar con su nueva camiseta azulgrana con el dorsal 17.
Esperado desde hace semanas, el aterrizaje del campeón del mundo galo al FC Barcelona desencadenó una guerra entre el jugador, su nuevo club y el Atlético de Madrid, que pone en cuestión el precio del traspaso.
La cláusula de rescisión de Griezmann se abarató el 1 de julio de 200 millones de euros a 120 millones, cantidad que abonó el Barça el pasado viernes para liberar de su contrato a su nueva estrella.
Pero el Atlético denuncia que el delantero y el club catalán cerraron el acuerdo desde marzo, con la competición todavía en marcha, y reclama los 200 millones de euros.
Según el diario deportivo español As, el club madrileño llevará el caso a la FIFA.
'Veremos cómo evolucionará pero no veo que tenga ninguna evolución posible para ellos, porque no hay nada', dijo Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, asegurando que solo contactaron con el entorno del jugador una vez este anunció a mediados de mayo que se iría del Atlético.
El jugador, que no se presentó a la vuelta a los entrenamientos del Atlético el domingo anterior, reconoció que 'siempre es difícil dejar una casa, un sitio donde te sentías muy cómodo, que es tu familia'.
'Solo tengo admiración y respeto hacia ese club. Lo he dado todo en el campo desde el principio hasta el final de la temporada y no tengo ninguna vergüenza', insistió.