El próximo viernes, cerca de las 8:45 de la noche hora hondureña, el protócolo de la FIFA ordenará en Avaya Stadium (San José, California) que las selecciones de Estados Unidos y Honduras rindan homenaje a sus nacionales con la ejecución de sus respectivos himnos nacionales.
Hasta allí, no parece haber ninguna novedad del resto de partidos históricamente. Sin embargo, habrá que poner mucha atención cuando sea turno de Estados Unidos, dado que existe una orden de la US Soccer para que sus jugadores en el campo y en el banquillo, se pongan de pie y respeten el himno de este país.
La situación se ha marcado como una ordenanza tras el caso de la futbolista Megan Rapinoe (Seattle Reign) quien en un partido amistoso de la selección femenina en septiembre de 2016 ante Tailandia (9-0) se hincó en el banquillo como señal de protesta por los derechos humanos y la igualdad de género, la cuál a su criterio es violanda en Estados Unidos.
Tras esto, el presidente de la US Soccer Sunil Gulati, se reunió con el comité ejecutivo y por unanimidad decidieron que el jugador que no muestre de pie respeto al himno nacional de los Estados Unidos de América será sancionado.
The Star-Spangled Banner (La bandera tachonada de estrellas) es el himno de los Estados Unidos escrito en 1814 por Francis Scott Key y fue adoptado como canto nacional por la Unión en 1931. Su letra se remonta a la época postindependentista.
Polémica
Sin embargo, la decisión de la US Soccer ha levantado polvo en Estados Unidos, dado que la ley 36/301 permite a aquellos a no cantar ni mostrar señales de reverencia al himno, aunque sí de respeto.
Por ejemplo, algunos grupos religiosos no cantan The Star-Spangled Banner ni hacen reverencias, pero sí se ponen de pie por respeto, según está sujeto a la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que protege la libertad de expresión.
En Estados Unidos el canto nacional es uno de los símbolos más puros de nacionalismo, por lo que la acción de Megan Rapinoe de quedarse hincada fue considerada un acto de irrespeto.
Feelin all the feels goin into camp with the Gals #USWNT #BoomBaby #ISIphotos @bradsmithimages pic.twitter.com/DEHwsiJu8i
— Megan Rapinoe (@mPinoe) 10 de enero de 2017
Habrá que apuntar que Rapinoe nunca ha rechazado representar a su país, sino solo no cantar el himno, dado que no está de acuerdo con la letra que no identifica con sus ideales.
De hecho, muchos artistas consideran como el máximo honor de su carrera ser invitados a un evento deportivo, social y/o cultural a cantar el himno nacional.
En ese sentido, muchos medios estadounidenses han encuestado a los jugadores del USMNT -United States Men's National Team (selección nacional de fútbol de Estados Unidos en español)- y todos han dado opiniones diversas, aunque coincidieron en que respetarán el canto estadounidense en el juego ante Honduras.
'Creo que cuando te ponés la camiseta de Estados Unidos, estás representando al país. Estoy de acuerdo en que debés defender el himno nacional', dijo el defensa Geoff Cameron al periódico US Today.
Siempre el US Today entrevistó al exreferente por años de la selección estadounidense Alexi Lalas, quien respondió: 'Maldita sea, me voy a poner de pie, voy a poner mi mano sobre mi corazón, y voy a cantar. Creo que todos los jugadores de los equipos nacionales de los Estados Unidos deben estar obligados a hacerlo. Y no solo porque vivimos en la tierra de la libertad no significa que somos libres de hacer lo que queramos'.
Fríos y calientes
Entonar un himno nacional antes deun partido puede tener varias interpretaciones. Por ejemplo, está la forma en la que los chilenos lo hacen antes de cada juego. Pese a que la FIFA tiene un tiempo estípulado en el protocolo, los jugadores siempre se quedan cantándolo a capela acompañados por sus aficionados que lo gritan a morir como si de una guerra se tratara.
Por otra parte, está España. Una nación cuyo himno no posee letra, una marcha nacionalista no hay duda, pero que al carecer de palabras, es difícil de medir en emociones dado a que los jugadores se quedan quietos y abrazados escuchándola. Pero bien, esto no quiere decir que no haya motivación, aunque lo que apenas se puede leer es solemnidad.
'Para mi cantar o decidir no cantar el himno no es hacerle daño a nadie, no se quebranta nada. La US Soccer ya tomado la decisión de castigar y no sé que castigo implica. Yo no dejaría de cantarlo, pero si alguién siente la necesidad de no hacerlo, deberían ser capaces de respetar sus reclamos', dijo el jugador estadounidense Alejandro Bedoya al US Today.
El viernes por la noche, antes que la H y Estados Unidos echen a rodar el balón en San José, California por las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, habra que estar más atentos que nunca al protocolo y los himnos.