La estrella del ciclismo Lance Armstrong piensa admitir por primera vez, en la esperada entrevista que concederá el lunes a la diva televisiva Oprah Winfrey, que se dopó durante su carrera, pero sin dar detalles al respecto, informó el diario USA Today.
En un artículo publicado en su sitio web, el periódico citó a 'una persona con conocimiento de la situación' diciendo que el exciclista estadounidense planea reconocer el dopaje durante su carrera, pero probablemente no entrará en detalles sobre casos específicos.
La entrevista a Armstrong será grabada el lunes en su casa en Austin, Texas (sur), y difundida el jueves (02H00 GMT del viernes) por la cadena de televisión de cable OWN, propiedad de Winfrey.
Será la primera entrevista que concede Armstrong desde que fue despojado en octubre de sus siete títulos del Tour de Francia después de que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) lo acusó de haber implementado 'el programa de dopaje más sofisticado jamás visto en la historia del deporte' en el seno del equipo US Postal.
En la entrevista, por la cual, según Nicole Nichols, de la cadena OWN, Armstrong no recibirá ningún pago, la reina de la audiencia en Estados Unidos se comprometió a 'no hacer concesión alguna'.
Pero quienes esperan que Amstrong revele datos sobre el sistema que empleó (productos, métodos, complicidades de terceros) se sentirán decepcionados, señaló el diario en un artículo publicado el viernes a última hora de la noche.
Radiado, destronado y privado de la mayoría de los títulos que obtuvo (entre ellos los siete Tours de France ganados al hilo entre 1999 y 2005 tras haber superado un cáncer), el tejano de 41 años se ha visto contra las cuerdas desde que la documentación develada por la USADA minó su credibilidad y conmovió al mundo del ciclismo.
'Caza de brujas'
Amstrong nunca dio positivo en los controles antidoping que se le practicaron en competencias oficiales. Su caída se debe a las denuncias formuladas por una decena de excompañeros de equipo, que lo describieron como mentiroso, tramposo e intimidador.
Tras las sanciones que recibió de parte de la justicia deportiva, el corredor perdió a la mayor parte de sus auspiciantes y se vio obligado a cortar toda relación con Livestrong, la fundación de lucha contra el cáncer que fundó en 1997 tras haber superado la enfermedad y para la cual habría obtenido donaciones cercanas a los 500 millones de dólares.
Según dijo la semana pasada el diario The New York Times, la intención de Amstrong con su entrevista en OWN sería obtener una reducción de la pena que le fue impuesta (suspensión de por vida), para lo cual también se reunió con el máximo responsable de la USADA, Trevis Tygart, a quien hasta hace poco acusaba de practicar contra él una 'caza de brujas'.
Según el artículo 10.5.3 del Código Mundial Antidoping, la pena infligida a Amstrong podrá ser reducida si brinda una 'ayuda sustancial' a las autoridades, pero nunca podrá ser inferior a ocho años.
El exciclista asume de todas maneras riesgos jurídicos y financieros al confesar sus faltas, pero este hombre con reputación de fino calculador y hábil comunicador tiene con qué afrontar esas eventualidades.
La fiscalía podría llegar a demandarlo por perjurio por haber afirmado bajo juramento en 2005 que nunca se había dopado, pero ese delito podría haber prescrito, al haber transcurrido más de cinco años.
El gobierno podría por su parte acusarlo de fraude a raíz del manejo que habría hecho de fondos públicos en el financiamiento del equipo US Postal, pero en febrero de 2012 la fiscalía abandonó una investigación al respecto sin que se supieran los motivos de tal decisión.
Amstrong podría finalmente ser demandado por donantes de Livestrong, auspiciantes o adversarios deportivos, un camino que ya iniciaron el diario The Sunday Times y la empresa de seguros SCA Promotions, pero el exciclista, cuya fortuna ha sido estimada en unos 100 millones de dólares, tiene suficientes recursos como para llegar a arreglos extrajudiciales.