Dos penales no pitados son la mejor muestra de que el arbitraje de Joel Aguilar Chicas en el Morazán estuvo pésimo.
Si bien, el salvadoreño estuvo desacertado para ambos lados, su decisiones no atinadas pudieron cambiar el rumbo del 1-1 entre Honduras y Costa Rica.
Apenas al minuto dos del encuentro, Aguilar Chicas no sancionó un empujón de Cristian Oviedo sobre Alberth Elis en el área y que suponía un lanzamiento desde los once metros. Y solo ocho minutos después cometió otro error al dejar de señalar un clarísimo penal a favor de los costarricenses. El juez dio saque de puerta luego de que el portero Donis Escober fuera a los pies de Celso Borges y derribara claramente al volante tico.
“Es extraño que un árbitro tan experimentado no vea esa falta. Tal vez no la pitó por las jugadas anteriores en las que los hondureños pidieron penal, lo que lo pudo llevar a pensar que Borges simuló la falta”, explicó el exárbitro tico Vinicio Mena.
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Perdonó roja a Oviedo
Entre sus desacertados señalamientos también figura un inexistente fuera de lugar del costarricense Joel Campbell, aunque aquí tuvo que ver uno de sus asistentes.
Igualmente tuvo desaciertos en el señalamiento y la penalización de algunas infracciones. El cuscatleco pitó 37 faltas y mostró tres tarjetas amarillas.
Chicas no pintó de amarillo al carrilero hondureño Emilio Izaguirre, quien le fue al muslo al lateral Cristian Gamboa. Además, le perdonó la vida al lateral derecho rico, Cristian Oviedo, al no mostrarle la segunda amarilla en una falta desproporcionada sobre Bryan Beckeles. Es un hecho que Chicas, Juan Zumba y William Torres no estuvieron en su día.