SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Luego de un sobresaliente torneo Clausura 2024, el destino del respetado árbitro Melvin Matamoros tiene un solo camino y es el del retiro, pero no sin antes esperanzarse con dirigir el que será el último partido de su último torneo luego de 21 años de carrera.
A sus 45 años de edad, el referí oriundo de la comunidad de Morocelí, La Esperanza, guardará el silbato al término de este campeonato que definirán Olimpia - Marathón, la cual podría ser su décima y última final en una trayectoria de 266 partidos en Primera División.
Como un destacado, Matamoros eligió retirarse estando en la plenitud de su carrera para que sea bien recordado, dejando la puerta abierta a su primogénito que tomará su plaza en el siguiente certamen. Ahora, el extrabajador de la fábrica de tabaquería iniciará una nueva faceta en su vida como político del Partido Liberal.
En una amena y extensa charla con EL HERALDO, Melvin Matamoros repasó sus momentos más importantes y críticos de sus 15 años como silbante de fútbol profesional. Revivió quiénes fueron los jugadores y técnicos que más dolores de cabeza le dieron, el partido que marcó su carrera y recuerda la vez que le sacaron el ‘cuete’ al término de un partido en Liga Nacional de Honduras.
- LA ENTREVISTA -
Melvin, muchas gracias por atendernos. Estamos a pocos días de posiblemente verlo pitar su último partido. ¿Cuáles son sus sensaciones?
Mi carrera ya estaba llegando a su final. Este fue un torneo muy bonito donde tuve muchisíma participación, la Comisión me eligió para partidos importantes que salieron muy limpios, y ahora estoy esperando si se nos da la oportunidad que la Comisión de Arbitraje, Federación de Fútbol y el mismo Colegio de Árbitros, así como de la Comisión Técnica, tomen a bien mi nombre y así pueda dirigir una de las finales.
¿Qué tan factible es que usted pueda retirarse dirigiendo el último partido de su último torneo?
Para eso trabajamos. Desde el inicio yo hablé con Óscar Velásquez y Benigno Pineda y les dije que este era mi último torneo, que iba a hacer todo lo posible en prepararme para las exigencias del torneo y pasaría las pruebas físicas, exámenes de salud, trivias y video-test, pues obviamente, mi forma de trabajo no solo es dirigir clásicos, sino apuntar a las finales. Les dijo que si hacía un buen torneo, era posible que estuviese en la final, lo hemos logrado, y ya queda en manos de la Comisión para que me puedan elegir.
¿Cómo vivió los partidos que dirigió en este torneo sabiendo que era su último antes del retiro?
En todos los juegos donde salía designado, miraba mi equipo arbitral y decía, ‘quizás sea la última vez que comparta con ellos’, así como el lugar donde pitaría, ‘quizás sea la última vez que venga como árbitro en este estadio’ donde por más de 15 años estuve trabajando, lo miraba con mucha nostalgia. Solo me toca darle gracias a Dios por estos 21 años de carrera que tuve, me quedo con las bonitas oportunidades y amistades que me dejó el arbitraje.
¿A qué se debe esta decisión de retirarse?
Siempre visualicé que el árbitro es como un futbolista. Se prepara desde muy joven, el jugador también tiene un tiempo donde su cuerpo no da más y necesita otro tipo de trabajo. Hoy por hoy, Melvin Matamoros se siente bien físicamente, me he preparado para llegar hasta este momento, un árbitro también debe planear su retiro y hacerlo en buena forma, posiblemente, en el momento brillante de su carrera para que seamos bien recordados, no el momento donde nadie te necesita y sentís más bien que estás estorbando.
Todavía Melvin Matamoros tiene clase arbitral, trato de ser una buena persona, lo demás ya Dios lo da, los equipos están contentos con mis trabajos, a veces nos equivocamos ya que el ojo humano no es perfecto, pero hemos hecho un buen torneo y estoy a las puertas de mi retiro, y lo haré en buena forma donde todo el mundo dirá que se retiró en un gran momento y no cuando estaba estorbando.
¿Su deseo siempre fue retirarse en buena forma?
Mis inicios en el arbitraje fueron duros, pero una vez logré una posición importante en el gremio, dirigiendo muchas finales, siendo árbitro internacional, teniendo buenas representaciones afuera y dentro del país, por lo que siempre me propuse que mi retiro debía ser dirigiendo una final del fútbol de Honduras y estamos cerca de esa meta. Espero que las autoridades me den esa bonita oportunidad, le agradezco al pueblo hondureño que me ha seguido durante dos décadas. Ha sido un sueño hecho realidad porque saliendo del pueblo de Morocelí no es fácil, nunca había salido un árbitro de Morocelí, me tocó a mí romper ese hielo, ahora ya estamos a punto del retiro, pero siempre seré árbitro, en mi mente y corazón.
¿Qué otros ingresos o negocios tuvo mientras laboraba como árbitro?
Antes de iniciar en el arbitraje, yo trabajaba en Morocelí en una fábrica de tabaco donde hacía puros, allí estuve por 12 años hasta que llegó el fútbol de Liga Mayor a la comunidad en el 2003, que fue donde empecé mi proceso arbitral. En el 2007 comencé en Liga de Ascenso y ya no podía estar trabajando en mi pueblo ya que entrenaba y atendía otras reuniones, ese proceso fue complicado porque me la estaba jugando en el arbitraje y yo ya tenía dos hijos chiquitos, pero Gracias a Dios supe anivelar mi vida, mi esposa y mi mamá fueron bastones importantes para que me desarrollara de mejor manera ya que me apoyaron tanto económicamente y en la parte mental donde me fortalecían.
Ya cuando empecé como árbitro profesional (2009), era complicado conseguir trabajos, en Honduras los árbitros no trabajan en otras empresas ya que les succiona el tiempo cuando hay partidos a mitad y fin de semana, reuniones los viernes en Siguatepeque o Tegucigalpa, por lo que es bien complejo. El árbitro debe aprender a subsistir de lo que percibe del arbitraje nada más.
¿Y se puede vivir bien con lo que se gana como árbitro?
Hay tres tipos de árbitros, los que son buenos, regulares y excelentes, por lo que uno debe ubicarse en su categoría. Si sos un árbitro que salís cada tres fines de semana, no vivirás del arbitraje y debés buscar otro ingreso, pero si sos regular y llegando a la excelencia, sí podes vivir bien ya que sos árbitro internacional y es un doble ingreso.
Yo cuando empecé a salir dirigiendo cada fin de semana comencé a vivir bien, cubriendo los gastos de mi casa e hijos, por lo que logré subsistir de manera tranquila.
¿Cuáles han sido los ingresos que tuvo como árbitro?
Mi primer pago en Morocelí (Liga Mayor) fue de 160 lempiras, en Segunda División mi primer pago fue de 1,800 lempiras y en mi debut en Primera División mi pago fue de 4,500 lempiras allá por el 2009. Luego de eso, los ingresos fueron sumando, las negociaciones que tuvo el Colegio y Asociación de Árbitros lo fueron compensando, por lo que ya de allí a la fecha de hoy un árbitro ya gana 11 mil lempiras por juego, además de los viáticos.
¿De cuánto ha sido el mayor pago que ha tenido en su carrera?
Un partido de gran final, el primero y segundo juego tienen el mismo precio, tienen un valor entre 55 mil lempiras para toda la cuarteta arbitral, por lo que al referí central le quedan 25 mil lempiras.
SU NUEVA FACETA
Ahora que se retira del arbitraje después de 20 años, ¿a qué se dedicará?
Esta es una pregunta muy agradable para mí y para mucha gente. Tengo dos proyectos, uno el cual ya estoy trabajando y otro que es de corto a mediano plazo. Mi primer proyecto es que la Federación de Fútbol de Honduras me busque y nos sentemos a platicar para decirle cuál es el proyecto que quiero para el arbitraje. Yo quiero ser un instructor, trabajar para la federación, pero no trabajar en la mesa, sino salir a las filiales constantemente y empezar a descubrir talento joven.
El arbitraje está pasando situaciones difíciles ya que se está quedando sin material humano con proyección a Primera División, siendo esa una de las formas que quiero trabajar, quiero salir y llevarle procesos a los árbitros jóvenes, ver si tienen buena edad, salud, si están estudiando o están aprendiendo otro idioma, preferiblemente inglés, que tengan disciplina y cambiar costumbres que no ayudan para sobresalir en el arbitraje. Honduras tiene más de 100 filiales donde solo en las ciudades principales están saliendo árbitros, pero en los pueblos o municipios quizás haya uno o dos que puedan sobresalir, pero por la distancia o por qué nadie los conoce se pierde ese talento. Necesitamos motivar a los jóvenes ya que nos estamos quedando con árbitros de edad como Nelson Salgado, Héctor Rodríguez, Raúl Castro, Armando Castro, entre otros, que son muy referentes y de gran nivel, pero que en cualquier momento se retirarán.
Por esa razón es importante que la Comisión de Árbitros vaya buscando nuevos talentos, eso es lo que yo quiero hacer, yo soy una persona que viene de abajo, en Morocelí nadie habia sido árbitro hasta que una persona me motivó, pero cuando ya tenía 23 o 24 años, por lo que ya estaba ‘pasadito’, aunque a mis 17 quería ser árbitro pero era difícil ya que ni siquiera había filial. En el fútbol, al jugador joven hay que apoyarle y guiarlo, así pasa con los árbitros.
Ahora cuéntenos Melvin, ¿de qué trata su segundo proyecto?
Este abarca mi movimiento político. Soy precandidato del Partido Liberal en Morocelí, tengo un gran equipo con los que estoy trabajando desde hace un año y cinco meses, lo hacemos de una manera adecuada en la que el pueblo de Morocelí está muy contento, hemos tenido una buena aceptación tanto de mi pueblo como de las comunidades aledañas. Tenemos líderes que ya están cumpliendo su función y otras que nos están apoyando. Morocelí tiene 16 años de ser gobernado por otro partido, así que a través del Partido Liberal estamos trabajando y estoy seguro que vamos por buen camino.
¿Cuál será exactamente su labor en este cargo?
Tuvimos muchas reuniones con los líderes del Departamento de El Paraíso para que apuntar a una candidatura en la diputación, pero dije que no quería, ‘quiero ayudar a mi pueblo, quiero ser precandidato por la alcaldía de Morocelí’. Estoy buscando la oportunidad de estar cerca de mi gente y siendo alcalde nos podría ayudar para avanzar, el pueblo está viendo que somos una buena alternativa y somos el único movimiento que por ahora está trabajando.
La gente debe entender que este es un proyecto nuevo, que yo no he sido político y lo hago porque amo a mi pueblo y la gente me ha seguido por 20 años, por lo que sé que me quieren, y es momento de dar un paso enfrente. Estoy buscando la candidatura para ser alcalde de Morocelí.
Así que para el 2026, ¿usted se visualiza como alcalde de Morocelí?
Ese proyecto está en las manos de Dios, yo hablo con Él todos los días y siento que me dice que estamos avanzando, y en Él confío, así como en mi equipo y todos los equipos de las comunidades de Morocelí. Estamos llegando a todos los rincones de Morocelí, Dios primero para el 2026 seamos alcalde, y no solamente de un pueblo, sino el alcalde de todas las personas de Morocelí y sus alrededores, no quiero ser un gobernador solo para un grupo, pues todos merecemos las oportunidades de tener una vida mejor y que los proyectos lleguen independientemente el partido que simpatizás. Melvin Matamoros no gobernará para un grupo, sino para todo el pueblo y todas las comunidades.
OTRAS VIVENCIAS
Su hijo está siguiendo sus pasos en el arbitraje. ¿Qué nos puede contar de él?
Melvin Daniel cumplirá 21 años en agosto y ya tiene seis años de carrera. Cuando vino el profesor Pedro Regollar (mexicano) que fue contratado por la Federación, puso los ojos en mi hijo y cuando lo vio por primera vez en un partido en el Birichiche, dijo que ‘Melvin es el árbitro del futuro en Honduras, hay que trabajar, tiene demasiadas condiciones’, y en el período en la presidencia tanto de Óscar Velásquez y Benigno Pineda le han dado seguimiento. Desde que tiene 14 años he trabajado con Melvin Daniel, está listo para arbitrar en Primera División, Concacaf está trabajando con él y es muy posible que pueda debutar en la Fecha 1 o 2 del próximo torneo. Él tiene cientos de condiciones genuinas, está terminando su licenciatura en inglés.
266 juegos partidos y 9 finales dirigidas en Liga Nacional. ¿Con qué se queda de toda su carrera?
Hay una final que marcó para mal y otra bien. La primera final que arbitré fue en la del Apertura 2013 en Tocoa, Colón, en el juego Real Sociedad vs Real España. Yo llegué a ese partido después que se me negara el gafete FIFA en el año 2011 y 2012, pero para el 2014 había posibilidad, por lo que estaba en juego mi gafete en esa final. Ese 10 de diciembre tuve una excelente labor, mi jefe en ese juego fue Carlos Batres,asesor de Concacaf, quien tras el partido nos felicitó y me dijo ‘Melvin, te has ganado el gafete FIFA’. Eso fue un sueño hecho realidad porque yo vengo de un pueblo y tuve que dejar todo para jugármela en el arbitraje y lo logré. Mis ayudaron mucho mis instructores Amilcar Burgos, Carlos Mejía y Carlos Pastrana, y cuando llego a Primera División, Héctor Rodríguez y Armando Castro son los árbitros TOP, los que dirigen las finales, y me les meto en el camino, dirigiendo mi primera final y abrí esa brecha, dirigiendo ocho finales más.
¿Cuál fue el momento que más lo marcó en el fútbol?
La que más me afectó fue la final de Motagua vs Honduras Progreso (Clausura 2017) cuando hubo cuatro fallecidos en el estadio. Eso fue un golpe anímicamente duro para mí, yo no me di cuenta, y me vinieron a decir que no podía detener el partido por ningún motivo.
¿Quién le dijo que no podía detener el juego?
Fue el Comisario de la Liga Nacional y el representante de la Liga Nacional en aquel entonces. Todo eso pasó cuando se entonó el himno y me vinieron a decir que ‘por ningún motivo detenga el juego, usted no se preocupe, dirija el juego sin problemas, ya todo está hablando con la Liga y Federación’, pero no me habían dicho la verdad.
Yo me di cuenta hasta la mitad del primer tiempo cuando hubo un tiro de esquina cerca del portón 11 (el principal), me percaté que había unas marcas blancas y pensé, ‘¿son muertos?’, quedé viendo a mi árbitro asistente y me dice ‘sigamos’... hasta que fuimos al descanso me dijeron lo que había pasado y que ya habían retirado los cadáveres, pero que había que seguir con el partido. Pero fue una final que me marcó para mal, a pesar de que fue bien dirigida sin problemas arbitrales, pero tocó parte de mi vida porque eso no fue justo para las familias dolientes.
¿Considera que el partido no debió jugarse?
Sí, claro, no debió. En Europa con que solamente se diga que hay un problema de inseguridad, suspenden el partido, imagínate lo que sucedió en el estadio. No fue justo, las familias quedaron enlutadas, y a través de este medio de comunicación les pide mil disculpas, no fue mi intención, yo no sabía lo que estaba pasando y fui autorizado para dar inicio al partido. No nos vimos bien a nivel internacional, fuimos duramente criticados, nos vimos como un país insensible, nos vimos muy mal.
¿Recuerda algún partido durante su carrera donde se sintió muy presionado?
Sí, muchas, pero lo que pasa es que el árbitro siempre trabaja bajo presión, si dicen que van relajados a un partido no están haciendo bien su trabajo. Y aquí en Honduras es más ya que los equipos te conocen, los jugadores, directivos y afición te conoce, por lo que es difícil diferenciar que en tal estadio es más tranquilo o fácil, tal vez las comodidades son distintas, pero siempre trabajamos bajo presión, en mis 266 partidos en Liga Nacional nunca llegué relejado como una lechuga ya que debía sentirme presionado para así no equivocarme ya que si lo haces los equipos te echan la culpa, ‘perdimos la semana porque te equivocaste’, te dicen. Además, la prensa está hostigando dos o tres días hablando del tema, la gente te ve en la calle te grita ‘nos robaste el partido’, entonces eso es trabajar bajo presión.
¿Alguna vez llegó a ser amenazado por un partido?
Sí, solía pasar, tanto en primera y segunda división. Una vez me sacaron el ‘cuete’ (pistola), no voy a decir adónde por seguridad, pero estaba con el presidente Óscar Velásquez que en aquel entonces era árbitro y era uno de los asistentes, el otro era Freddy Mendoza (retirado). Estábamos juntos y llegaron a amenazarnos y nos sacaron la pistola, fue un momento muy desagradable, había que ser fuertes. Inmediatamente, nos dieron seguridad desde el hotel hasta que regresamos a casa. Fue un momento totalmente desagradable, eso es trabajar bajo extrema presión, ja, ja, ja.
¿En una ocasión sufría actos de sobornos?
Fijate que solamente los equipos nos hacían llegar presión, y cuando llegaba a los estadios difíciles me gustaba estar unidos a mi equipo arbitral para así evitar estar cerca de personas que me propusieran lo que me estás preguntando. La unión nos hace fuertes, entonces siempre intenté hacerlo con mis compañeros, lo que al final fue muy bueno para que tuviera una carrera exitosa.
¿Si han ocurrido sobornos?, habría que preguntarles a otros compañeros, yo por lo menos siempre me blindé, siempre me entregué al máximo y nunca le puse mente a las formas de trabajo de algunas personas que se dedican a eso para así llegar con mi conciencia tranquila a casa.
¿Recuerda usted cuál ha sido el entrenador más bravo que enfrentó? Héctor Vargas siempre le mandaba ‘cariñitos’...
He tenido muchos, muchos... con el profesor Héctor Vargas, es que el prototipo de personas de Argentina y Uruguay es que son entusiastas y dicen palabras que no estamos acostumbrados a escuchar permanentemente en nuestro país, entonces vienen con una filosofía y cultura diferente y creen que nosotros no sabemos, pero nosotros sabemos quiénes son Diego Vázquez, Vargas, Manolo Keosseián, recuerdo una vez que Hernán Medford lo expulsé en Comayagua y vino a decirme cosas muy fuertes. Cada entrenador tiene su forma de hacer y actuar, pero nosotros también tenemos que hacernos sentir, si determinado técnico no está ofendiendo, para eso está el reglamento, pero sí, esos cuatro entrenadores que te mencioné fueron muy pesados y fuertes.
¿Qué hay del jugador más bravo que le tocó dirigir?
Hay varios. Por ejemplo, a Nicolás Cardozo cuando jugaba en el Real España, un centro delantero incómodo, nunca se quedaba quieto con uno y siempre nos decía cosas. Le dirige a Amado Guevara, y él me encaraba, inclusive en el primer clásico capitalino que yo arbitré me decía: ‘Vaya, expúlsame. ¿Va que te mandó Alfredo Hawit y Amilcar Burgos a que me echaras?, vaya, expúlsame’”. Yo en aquel entonces estaba inexperto y siento que me le quedé corto, ni siquiera le saqué tarjeta amarilla, son jugadores de temperamento muy fuertes, capitán del equipo y la gente creía mucho en él.
Rambo de León, un grandísimo jugador, pero cuando se te vino encima te decía de todo. Yo lo expulsé dos o tres veces en Puerto Cortés que era tu casa, también están Reineri Mayorquín y Walter Hernández... muchos creen que te retan o hasta piensan que lo estás persiguiendo para expulsarlo.
Melvin, ¿qué piensa de las críticas que recibe de analista arbitral en televisión?
Primero, yo no sé si esta persona habla conforme a las reglas, pues me pregunto si tienen conocimiento de la regla actual ya que del 2003 al 2005 hubo demasiadas reformas y desde el 2005 a la actualidad realizan cambios anualmente, entonces no es lo que yo digo, sino lo que dice la regla. Cada quién habla conforme a la bondad de su corazón, no es lo mismo hacer una crítica arbitral, a realizar una con saña y para desmeritarte como árbitro, eso ya está mal.
Para cerrar la entrevista, quisiera saber su opinión. Teniendo en cuenta lo que comentó que hay poco material humano, ¿considera que el arbitraje hondureño está retrocediendo?
En Honduras, desde los últimos tres años, ha sucedido un fenómeno que se ha puesto la mochila junto a su equipo arbitral: se llama Saíd Martínez. Él es el árbitro referente en Honduras, referente en Concacaf y uno de los referentes a nivel mundial. Saíd, y sus asistentes, está cargando la mochila del arbitraje hondureño, y detrás de él viene Selvin Brown haciendo buenos trabajos a nivel internacional. Nuestra confianza está en Dios, Saíd y Selvin y sus asistentes, quienes trabajan tan bien que han levantado el perfil del árbitro hondureño.
Ahora, después de ellos y cuando estos se retiren ¿quiénes estarán? Saíd y Selvin tienen la misma edad (32), pero no tenemos a nadie detrás de ellos. Tenemos otro caso importante como el de Melissa Pastrana, una árbitra exitosa con Shirley Perelló, pero yo como árbitro en el caso de mi retiro me preocupo por quién va a ocupar el lugar de ellas. ¿Estamos todos preocupados para quiénes llenarán esas plazas?, hay que ponerle más ojo a esto. ¡Autoridades!, hay que sentarnos a platicar, no conmigo, sino Colegio, Comisión y Federación. El arbitraje es la parte débil del fútbol hondureño, ya que no hay nadie detrás de Saíd y Melissa, por eso hay que hacer un trabajo minucioso para cazar talentos.