TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La cabeza del Pistolero hizo de la tercera la vencida, pero un irreverente equipo panameño recordó que en fase de grupos ya había sacado mineral del Chelato Uclés y se llevó una igualdad que dejó a Motagua obligado a hacer la hombrada en patio ajeno.
El Ciclón no pudo pasar del empate 1-1 ante el CAI en la ida de los cuartos de final de la Copa Centroamericana y, si quiere apuntarse en semifinales, el martes deberá hacer la faena en el Rommel Fernández.
El único sobreviviente catracho en el torneo regional pudo salir con una sonrisa, sin embargo, la alegría del Mimado se vio apagada en el segundo acto de la batalla.
Sin Zapata ni Kevin Álvarez, Luis Vega y Carlos Argueta encontraron hueco en las bandas en un escuadrón que tuvo en el Colocho a su gran bujía.
De su pierna derecha salieron tres pases de gol a la cabeza de Agustín Auzmendi. El argentino siempre le ganó a Sergio Ramírez en las alturas y, tras asustar dos veces el marco del bueno de Eddie Roberts, en la tercera cabeceó picado (1-0, al 34) para desatar una marea azul en las gradas. Retumbaba el coloso casi con la misma intensidad con la que que se escuchaban los uffff...
Y es que Small pivoteaba a todos y Jorge Serrano hacía trastabillar a una zaga que evidenciaba flaquezas. Hizo sufrir a Argueta. Provocó que el lateral azul estrellara el balón en su vertical (antes de un fuera de lugar) y después provocó la volada de un Rougier que posteriormente ahogó el testazo de Sergio Cunningham.
El partido corría por la cornisa. Se olía el 2-0 como el empate. Auzmendi elevó ingratamente otra sesión de Walter y Campana sacudió el horizontal.
Perdonó el Azul y pagó la penitencia. En medio de la falsa tranquilidad azul, Héctor Hurtado encontró -fuera del área- una pelota suelta que la convirtió en un puñal en el corazón motagüense. Sí, Independiente lo empataba al 1-1. Los Azules pasaban de la euforia al silencio. Ciudad de Panamá dictará sentencia la próxima semana...
Con el gol de visitante en su contra, el Ciclón de César Vigevani debe de ir a hacer la hombrada en tierras canaleras. Una victoria o un empate superior de dos goles para arriba dejará a las Águilas en semifinales.