Tegucigalpa, Honduras
Se cambió de cerebro y se cambiaron algunas piezas por otras en el armado, pero el Ribereño finalista de Wilmer Cruz sigue conservando la misma base y la sangre de aquel equipo de Héctor Castellón que se bañó de gloria en diciembre de 2015.
“El ADN sigue siendo el mismo, lo trae desde el ascenso. Es un equipo profesional con una fuerte dosis de fútbol callejero y de rebeldía”.
Quién mejor que el propio Castellón para ahondar en las semejanzas y diferencias entre su Honduras EP y este del Supermán.
Salieron cinco habituales
Aunque pasó año y medio, hay muchas cosas intactas, como que al comparar ambos equipos titulares se encuentran hasta siete jugadores que eran opción A para Castellón y lo siguen siendo para Wilmer.
Esos futbolistas son el lateral derecho Pastor Martínez, el carrilero zurdo Carlos el Mango Sánchez, los volantes Franklin Morales, Juan el Camellito Delgado, Mariano Acevedo y Jorge el Ñangui Cardona, y el atacante Fredixon Elvir.
Sin embargo, también es cierto que en tres torneos cambiaron muchas cosas. Aparte del cambio de entrenador (Wilmer sustituyó a Castellón en febrero de 2017), también hubo muchos jugadores que salieron y otros que fueron fichados.
De aquel Honduras campeón ya no están el defensa Jorge Zaldívar, el volante Leonardo Isaula, el mediapunta Edwin León, el atacante Aly Arriola y el goleador ángel Tejeda.
Llegaron cuatro titulares
“Ha cambiado mucho. La línea defensiva actual es gente que yo traje. Creo que hemos cambiado 12 o 13 jugadores y eso ha venido a potenciar al equipo”, expone el técnico campeón.
Entre los futbolistas que están ahora y que no fueron campeones figuran el portero Sandro Cárcamo, el defensa tico Roy Smith, el zaguero Nixon Duarte, el delantero Henry Martínez y el goleador trinitense Jerrel Britto.
A ellos se suman otros que solían jugar en 2015 y que ahora no tienen actividad como Dilmer Gutiérrez, Raymundo Cálix y Woodrow West (lesionado).
A las diferencias en cuanto a piezas también se suman otras de carácter futbolístico.
“Aquel fue un equipo muy contundente y muy rico en ideas de juego. Quizá menos vertiginoso, pero más táctico, sabía sobreponerse a los momentos difíciles; este se sobrepone en base a emotividad, es más emotivo”.
Ocupaban cambio de voz
Castellón establece la comparativa exacta entre aquel Honduras que fue líder de las vueltas con 36 puntos y el Honduras de Wilmer que recuperó una pésima primera vuelta para terminar siendo cuarto con 31 unidades.
“No lo miraba en la final porque nosotros teníamos 11 puntos en la primera vuelta y terminó el equipo con 31 puntos. La segunda vuelta fue espectacular y eso quiere decir que los méritos lo tienen los jugadores y el profesor Cruz, que supo encontrar la motivación que necesitaba el equipo”.
Ahora, el de Muchilena alienta a sus expupilos en una “final alucinante” en la que Castellón mira “más fuerte a Motagua de visita y no tanto de local, por lo que el partido clave va a ser en El Progreso”...