Nueva York, Estados Unidos
En la primera sentencia del megaescándalo de corrupción de la FIFA, una jueza de Nueva York envió a la cárcel durante ocho meses a un exjerarca de Guatemala y aseguró que sus acciones destruyeron el fútbol de su país.
La sentencia de Héctor Trujillo, exsecretario general del comité ejecutivo de la Federación de fútbol de Guatemala (Fedefut), fue bastante más leve que el mínimo de 41 meses que pretendía el gobierno estadounidense. El acusado, que vestía traje oscuro y llevaba un bastón, escuchó la sentencia de la jueza federal de Brooklyn Pamela Chen cabizbajo, y se enjugó las lágrimas.
Trujillo, que ya cumplió un mes de la sentencia, será recluido en una prisión en Florida a partir del 20 de noviembre, y luego podría ser deportado a Guatemala.
Chen dijo que tomó en cuenta la avanzada edad de Trujillo (64 años) y su mal estado de salud, así como sus casi dos años de arresto domiciliario en Florida.
- 'Destruyó a su país' -
Pero también sostuvo que el exjerarca 'terminó robando' a la Fedefut, la organización sin fines de lucro que pretendía ayudar y que hoy está suspendida por la Fifa.
'Estoy segura que sabía que esto estaba mal (...). De alguna manera destruyó a su país, el fútbol es el amor nacional, algo patriótico', dijo la jueza.
'Creo que el señor Trujillo siente remordimientos, pero más por su propia situación; no sé si se da cuenta que hay gente que espera que personas como él hagan su trabajo de manera honesta y de buena fe, y usted lo ha destruido, ha destruido lo que la gente siente por el fútbol de manera general', reflexionó.
También le ordenó pagar una indemnización de 415,000 dólares a la Fedefut, el dinero equivalente a las coimas negociadas por Trujillo para él y otros dos acusados, Brayan Jiménez y Rafael Salgueiro, pagadas por Media World, una empresa de Miami, a cambio de la concesión de derechos de televisación y comercialización de partidos de la selección de fútbol masculina clasificatorios para los Mundiales de 2018 y 2022. Trujillo se quedó con cerca de la mitad de ese dinero.
El exjerarca deberá pagar asimismo 175,000 dólares al gobierno estadounidense como parte de su declaración de culpabilidad.
En un alegato de 25 minutos marcado a veces por el llanto del acusado y de sus hijos sentados en la primera fila de la corte, Trujillo rogó clemencia a la jueza, habló de su madre enferma, de su hermano enfermo, de su hija embarazada, de su nieta de cinco años hospitalizada porque padece una enfermedad congénita, pidió perdón y aseguró que ya ha sufrido lo suficiente.
'No soy la persona que el gobierno (estadounidense) piensa que soy', afirmó, asegurando que ama el fútbol y no llegó a la Fedefut para robar.
Antes de la sentencia, sus abogados enviaron a la jueza un video con testimonios de colegas, amigos y familiares que lo defienden y apoyan.
- 'Estaba ciego' -
'¿Qué pasó? ¿Por qué acepté ese dinero? Viendo hacia atrás creo que estaba ciego. No lo vi, no lo pensé. Quizás lo justifiqué pensando que era algo normal. Pensé que era algo diferente de la corrupción contra la que luché tantos años', dijo el exjuez. ' Para mí era fácil verlo como una recompensa por todo el trabajo y los esfuerzos que hice para ser secretario general de la Fedefut'.
El abogado y exjuez de la Corte Constitucional fue detenido el 4 de diciembre de 2015 cuando un crucero de Disney, en el que viajaba con su familia, hizo una parada en Puerto Cañaveral, en Florida.
Pasó varios días encarcelado -parte en aislamiento- hasta que el 7 de enero de 2016 fue liberado tras pagar una fianza de cuatro millones de dólares.
En junio pasado, Trujillo fue el último de los acusados en declararse culpable.
Un total de 42 dirigentes de fútbol de las Américas y empresarios deportivos han sido imputados por la justicia estadounidense en el marco del escándalo de corrupción en la FIFA que estalló en 2015. Como Trujillo, la enorme mayoría se ha declarado culpable para intentar reducir sus penas.
Las sentencias, inicialmente previstas para 2016, fueron aplazadas repetidas veces sin que se sepan los motivos.
Solo tres de los 42 acusados insisten en su inocencia e irán a juicio el 6 de noviembre: el exjefe del fútbol brasileño José Maria Marín, el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga, y el paraguayo Juan Angel Napout, expresidente de la Conmebol.
La investigación del gobierno estadounidense en la corrupción en el fútbol precipitó la caída del poderoso presidente de la Fifa Joseph Blatter y de su evidente heredero, Michel Platini.
En la primera sentencia del megaescándalo de corrupción de la FIFA, una jueza de Nueva York envió a la cárcel durante ocho meses a un exjerarca de Guatemala y aseguró que sus acciones destruyeron el fútbol de su país.
La sentencia de Héctor Trujillo, exsecretario general del comité ejecutivo de la Federación de fútbol de Guatemala (Fedefut), fue bastante más leve que el mínimo de 41 meses que pretendía el gobierno estadounidense. El acusado, que vestía traje oscuro y llevaba un bastón, escuchó la sentencia de la jueza federal de Brooklyn Pamela Chen cabizbajo, y se enjugó las lágrimas.
Trujillo, que ya cumplió un mes de la sentencia, será recluido en una prisión en Florida a partir del 20 de noviembre, y luego podría ser deportado a Guatemala.
Chen dijo que tomó en cuenta la avanzada edad de Trujillo (64 años) y su mal estado de salud, así como sus casi dos años de arresto domiciliario en Florida.
- 'Destruyó a su país' -
Pero también sostuvo que el exjerarca 'terminó robando' a la Fedefut, la organización sin fines de lucro que pretendía ayudar y que hoy está suspendida por la Fifa.
'Estoy segura que sabía que esto estaba mal (...). De alguna manera destruyó a su país, el fútbol es el amor nacional, algo patriótico', dijo la jueza.
'Creo que el señor Trujillo siente remordimientos, pero más por su propia situación; no sé si se da cuenta que hay gente que espera que personas como él hagan su trabajo de manera honesta y de buena fe, y usted lo ha destruido, ha destruido lo que la gente siente por el fútbol de manera general', reflexionó.
También le ordenó pagar una indemnización de 415,000 dólares a la Fedefut, el dinero equivalente a las coimas negociadas por Trujillo para él y otros dos acusados, Brayan Jiménez y Rafael Salgueiro, pagadas por Media World, una empresa de Miami, a cambio de la concesión de derechos de televisación y comercialización de partidos de la selección de fútbol masculina clasificatorios para los Mundiales de 2018 y 2022. Trujillo se quedó con cerca de la mitad de ese dinero.
El exjerarca deberá pagar asimismo 175,000 dólares al gobierno estadounidense como parte de su declaración de culpabilidad.
En un alegato de 25 minutos marcado a veces por el llanto del acusado y de sus hijos sentados en la primera fila de la corte, Trujillo rogó clemencia a la jueza, habló de su madre enferma, de su hermano enfermo, de su hija embarazada, de su nieta de cinco años hospitalizada porque padece una enfermedad congénita, pidió perdón y aseguró que ya ha sufrido lo suficiente.
'No soy la persona que el gobierno (estadounidense) piensa que soy', afirmó, asegurando que ama el fútbol y no llegó a la Fedefut para robar.
Antes de la sentencia, sus abogados enviaron a la jueza un video con testimonios de colegas, amigos y familiares que lo defienden y apoyan.
- 'Estaba ciego' -
'¿Qué pasó? ¿Por qué acepté ese dinero? Viendo hacia atrás creo que estaba ciego. No lo vi, no lo pensé. Quizás lo justifiqué pensando que era algo normal. Pensé que era algo diferente de la corrupción contra la que luché tantos años', dijo el exjuez. ' Para mí era fácil verlo como una recompensa por todo el trabajo y los esfuerzos que hice para ser secretario general de la Fedefut'.
El abogado y exjuez de la Corte Constitucional fue detenido el 4 de diciembre de 2015 cuando un crucero de Disney, en el que viajaba con su familia, hizo una parada en Puerto Cañaveral, en Florida.
Pasó varios días encarcelado -parte en aislamiento- hasta que el 7 de enero de 2016 fue liberado tras pagar una fianza de cuatro millones de dólares.
En junio pasado, Trujillo fue el último de los acusados en declararse culpable.
Un total de 42 dirigentes de fútbol de las Américas y empresarios deportivos han sido imputados por la justicia estadounidense en el marco del escándalo de corrupción en la FIFA que estalló en 2015. Como Trujillo, la enorme mayoría se ha declarado culpable para intentar reducir sus penas.
Las sentencias, inicialmente previstas para 2016, fueron aplazadas repetidas veces sin que se sepan los motivos.
Solo tres de los 42 acusados insisten en su inocencia e irán a juicio el 6 de noviembre: el exjefe del fútbol brasileño José Maria Marín, el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga, y el paraguayo Juan Angel Napout, expresidente de la Conmebol.
La investigación del gobierno estadounidense en la corrupción en el fútbol precipitó la caída del poderoso presidente de la Fifa Joseph Blatter y de su evidente heredero, Michel Platini.