San Pedro Sula, Honduras
Real España derrotó 2-1 a Olimpia en el Estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula en partido reprogramado de la fecha 7 del torneo Apertura 2014-2015.
Una ráfaga de fuego de 15 minutos bastó para extinguir la racha que al Morazán llegó presumiendo el campeón y la Máquina supo borrar los miedos mediáticos, siguió invicto y subió a lo más alto de la tabla: 2-1 al Albo.
Bryan Róchez (quien mojó por vez primera ante el León) y el inoxidable Sergio Mendoza redondearon una tarde-noche de ensueño para esa afición aurinegra, mayoría en el viejo coloso de épicas batallas.
No he muerto...
Viviendo un auténtico delírium trémens, la Máquina aceitó las vías y salió en el complemento a liquidar el pleito. Juan Camilo Zúniga, el más perseverante de una primera parte de pesadilla, empezó una revolución en el campo y al 47 provocó una clara falta de Ever Alvarado en la sala del área. Irreverente, sin miedo, desde los 11 metros, el juvenil Bryan Róchez enseñó su astucia de barrio y dejó de rodillas a Donis Escober.
Entero, frío, pero con el corazón caliente, el equipo de Javier Delgado se encaramó a la cúspide de su rendimiento y aprovechó el envión psicológico para repartir la segunda abofeteada al León, que se quedó mirando cómo Sergio Mendoza llegaba desde atrás para golpear con la cabeza un servicio quirúrgico de Juan Camilo Zúniga (otra vez presente el colombiano); para la anécdota quedará la pelea entre Donis Escober y Javier Portillo, cuando el uno le reclamó al lateral que tenía que cubrir el poste por donde entró la pelota.
En adelante, Olimpia cambió los papeles y volvió a ser el Olimpia con tres puntas, ese que más le gusta a su gente.
Era a todo o nada para el equipo de Héctor Vargas, que se salvaba de un bombazo de Edder Delgado (enorme sacada con las uñas de Donis Escober) antes de empezar a robar la pelota, quitarle ritmo al enemigo y poner el 1-2: al 65, una jugada sucia de Romell Quioto (quien volvió a su hábitat natural como puntero izquierdo) terminó en dos peones derribados (Edder Delgado y Marlon Peña) y una jugada que enseñó lo que Alberth Elis ha aprendido.
Se desmarcó de Bryan Acosta y metió al partido al León.
Olimpia juntó gente en ataque. Ingresaron Carlos Will Mejía y Anthony Lozano y el campeón se fue decidido rumbo al empate. Pero no era suficiente.
Aunque partido en dos, las jugadas no llegaban como de costumbre y el rival metía doble muralla en la zona de volantes. Entonces, el equipo de blanco extrañaba terriblemente a su Estadio Nacional, donde se hace una ametralladora, y resignaba una nueva versión deficiente en cancha ajena...
El enemigo, mientras, seguía invicto, en lo más alto de la tabla y bufando el triunfo que mejor le sabe a su hinchada.
Alineaciones
