SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Real España recibió el jueves un nuevo castigo muy caro que tendrá que pagar tras los disturbios ocurridos por sus aficionados en la final del fútbol hondureño (2-0 vs. Motagua) el domingo 29 de mayo en el Olímpico de San Pedro Sula.
En el partido por el título del Clausura 2022, la Máquina quedó subcampeón y los aficionados de la Megabarra rompieron un portón de Sol Norte e ingresaron al terreno de juego apenas el árbitro pitó el final del encuentro.
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Los hinchas de los Aurinegros se fueron hacia el sector de Sol Sur y comenzaron a lanzar todo tipo de objetos a los aficionados de Motagua, que buscaron irse a la parte alta de la gradería y otros decidieron salir corriendo hacia sus casas y no les permitieron ver la celebración; la Policía tuvo que intervenir a los violentos para frenarlos.
La Comisión Nacional de Disciplina impuso una multa de 30 mil lempiras para la escuadra catedrática.
El castigo más fuerte es su expulsión de San Pedro Sula por seis juegos, por lo que tendrá que disputar sus partidos de local en otras localidades como ser Choloma o Puerto Cortés.
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La Comisión fue específica en que estos partidos se realizarán a puerta cerrada y que debe ser “en un estadio que garantice la seguridad de los participantes”.
Real España también fue castigado con seis mil lempiras de multa por recibir cinco tarjetas amarillas en su plantel.
