En su carta de presentación resaltan 11 copas ligueras ganadas con el Olimpia; en su corazón, el blanco fue borrando el cierto apego que tuvo con el Aazul y en sus sueños descuelga la ilusión de forjarse un nombre con el pizarrón en la mano tan exitoso como el que ha construido con los pantalones cortos.
¿Quién es él?
Soy una persona que viene de familia humilde, como la mayoría de los jugadores. Tengo tres hermanos, soy el menor de los cuatro, mi madre se llama Cándida Rosa Tilguath y me siento muy orgullo de ella y de tenerla viva, y sobre todo me apoyó para que yo lo lograra lo que he logrado durante toda mi carrera futbolística.
¿Y al fin tu nombre es con “i” o con “y”?
La gente lo pone con “i” normal, pero es Reynaldo con “y”. Y con el Tilguath también hay un problema porque es Tilguan y en el registro le quitaron la “n”, entonces como mi esposa y mis hijos tienen visa y tenés que hacer un trámite que me va a llevar unos cinco años por cambiar una letra; decidimos que el apellido mejor se quedara así.
-Sí, él es Reynaldo Tilguath. Nacido hace 36 años (4 de agosto de 1979), apodado Maizoro, criado en la colonia Óscar A. Flores hasta los 12 años, desarrollado en el Hato de Enmedio, curtido de títulos en Olimpia y refrendado por una exitosa carrera futbolística que fue construida desde abajo.
¿En ese recorrido de la vida, vistes la droga de cerca?
Sí. Hay mucha gente que no sabe, pero yo probé marihuana, cocaína, cigarro, alcohol, yo probé una infinidad de cosas, pero doy gracias a Dios que no me gustaron. Eso fue como a los 16, 17 años.
Y tu vida pegada a la redonda, ¿cómo empieza?
Estuve en las infantiles y juveniles de Motagua, pero óscar Cocli Salgado me separó; de ahí Rubén Guifarro estaba en Segunda División de Motagua, entonces volví a llegar. En ese tiempo llegaron jugadores como Noel Valladares, Francisco Pancho Ramírez, Jairo Martínez, entonces yo llegué, ya estaba finiquitado todo, pero separan a Guifarro, llega Cocli y me vuelve a sacar. Entonces dije: “‘Aquí no es mi sitio”’.
¿Luego, ¿dónde seguistes tu carrera?
De ahí un amigo habla con el entrenador de una Sub 17, que era Carlos Cruz Carranza, entonces me dicen que me pruebe y Carranza me dice que me quede, entonces estoy todo el proceso, fuimos hasta a un campeonato Sub 17 de una Copa João Havelange jugado en Cancún, México. Cuando regreso, yo me enredo con Melgar de Segunda y de ahí me llaman a una Sub 20, en la que estaba Chico Pavón, Henry Enamorado, Noel Valladares y estaba toda esa camada con la que clasificamos al Mundial de Nigeria.
¿Pero si estuvistes en Motagua es por qué eras hincha del Azul?
Mirá, yo iba al estadio más con 'motaguas' que con 'olimpias', el único Olimpia era mi hermano mayor y no sabía si apoyar a Motagua o a Olimpia. Yo iba, pero tenía eso que me gustaban los dos y yo decía: “‘¿A quién apoyo?”’.
¿Pero no te sentías inclinado hacia Motagua?
Sí, porque mis amigos apoyaban a Motagua, pero yo quise jugar en Motagua y de tanto que yo quise jugar allí que terminé peleando.
¿Y qué hizo que Olimpia te ganara el corazón?
Es que la verdad que cuando uno está en Olimpia y está mucho tiempo, valorás por cómo te tratan, cómo piensa el directivo, cómo piensa el aficionado, cómo pensás como jugador, entonces vos vas sintiendo amor y yo sentía amor por Olimpia por todo lo que el equipo te daba, por lo que significa Olimpia y por los logros que alcanzás.
¿Y te ganó?
Claro, el Olimpia te enamora, el cómo te trata y cómo se prepara porque Olimpia se prepara para ganar campeonatos, no se prepara para ganarle a 'equis' equipos. Por ejemplo, vos llegás con Olimpia a Estados Unidos y cualquier gente lo quiere ir a ver, entonces eso te gana y te gana una afición que tiene, que Olimpia tiene un mística, aunque ha cambiado un poco porque las etapas son diferentes.
¿Ha cambiado?
Sí. Vos mirás la etapa de los 80, 90, el 2,000 y ahora el 2015 es totalmente diferente. Antes jugar en Olimpia era mucho más complicado, ahora veo que en Olimpia cualquiera juega, cualquiera se pone la camisa. Ahora, lastimosamente la Liga Nacional ha impuesto que tiene que jugar un sub 20 y antes te ganabas el puesto por calidad. En el tiempo que yo llegué, estaba Alex Pineda Chacón, Nahún Espinoza, Gregorio Serrano, José Luis el Flaco Pineda, Cristian Santamaría, o sea... Te digo, comparando con los que están ahora como el caso de Bayron Méndez, Jonathan Tejeda, no hubieran ni jugado, es más, yo creo que no tenían ni un cupo.
¿Qué te genera ver imágenes de tu paso por Olimpia?
Me genera mucho orgullo de que yo logré prácticamente todo con Olimpia; gané un título centroamericano, 11 títulos de liga, ganamos una clasificación a un Mmundial de Cclubes... Hay gente que habla de que Olimpia le ganó al Portland el año pasado y clasificó a la siguiente fase, pero no se acuerdan que con Carlos Restrepo, cuando la fase de grupos de Champions se jugaba con cuatro equipos, nosotros fuimos primeros sobre elde Toluca.
¿El título que más disfrutastes?
Uno de los que más disfruté fue el primero en la era de Danilo Tosello que le ganamos a Real España en el Morazán. Creo que entramos terceros y creo que tuvimos que jugar una repesca con Necaxa y de ahí Marathón y luego final jugamos la final con España. Nadie creía en nosotros y ese fue lo que representó el inicio para que Olimpia diera ese paso de ganar cuatro campeonatos al hilo.
¿Y el que todavía llorás por haber perdido?
El que más me duele fue el que perdimos con Motagua en 2011, porque creo que en el primer partido (2-2) pudimos hacer tres o cuatro goles para definir la final y no la liquidamos, entonces te da pesar porque son dos partidos; en el primero tenés que definir y el segundo lo tenés que jugar con la misma intensidad, pero ya vas con una presión distinta de que te podés coronar. Los dejamos vivos y al final nos terminan ganando.
¿El Tilguath de Platense volvió a jugar alguna vez?
Yo pienso que sí. Me encuentro gente en la calle y de me dice: “‘Pucha, aquel Tilguath de Platense”’. Claro, se quedó con esa imagen, pero de ahí regresamos a Olimpia y mostramos un buen nivel, lo que pasa que en Olimpia se mira menos. En Platense destacábamos todos porque éramos un conjunto y normalmente en Olimpia sacás una figura, no sacás dos o tres. En Olimpia con tres o cuatro que no anden está liquidado y eso es lo que, a veces, no se han dado cuenta.
¿Llegastes en el momento equivocado a Motagua?
No sé si en el momento equivocado, lo que siento que te puedo decir es que Motagua se maneja de una forma distinta a cómo se maneja Olimpia, o sea, los directivos y jugadores de Motagua piensan distinto a cómo piensa todo Olimpia.
¿Por qué?
Porque Olimpia se prepara para ganar campeonatos y Motagua se prepara, en ocasiones, para ganarle a Olimpia. El campeonato de Motagua es ganarle al Olimpia. ¿Qué les admiro a los de Motagua cuando juegan con Olimpia? La actitud; muestran una actitud de que quieren ganar. Olimpia no es así, te gana el clásico, te gana el siguiente partido y te vuelve a ganar. ¿Qué le admiro a Motagua? Actitud y, ¿Qué tiene Olimpia? Fútbol. Yo siempre he dicho un equipo con actitud no le puede ganar a un equipo que juega fútbol. El fútbol tiene que estar por sobre todas las cosas.
A propósito de entrenadores, ¿cuáles son los mejores tres que tuvistes?
Carlos Restrepo, Nahún Espinoza y Ramón Primitivo Maradiaga. Para mí son los mejores entrenadores. De diferente tienen que hacen que creas en lo que estás haciendo, o sea que vos le crees al trabajo que él hace y eso te va a dar un fruto porque estás trabajando bien. Son totalmente entrenadores de un alto nivel. Cuando vos mirás que Primi te entrena, vos decís: “‘Pucha esto es como que mirés un partido de Real Madrid o un partido de alto nivel”’. Lastimosamente no estamos en ese nivel.
¿Por qué asumistes este nuevo reto?
Yo ya no quería seguir jugando porque tengo desgaste de cartílago en la rodilla. Yo le hablé a Raúl Martínez Sambulá para ver si le daba oportunidad de hacer prueba a un sobrino de mi esposa que está en los Estados Unidos y me dijo: “‘¿Y por qué no te venís vos?”’. Le dije, vamos a ver porque esa no es mi intención, pero si podemos llegar a un acuerdo, me quedo y así fue...
¿Cuáles son tus expectativas?
La ilusión está de que podamos ascender. Si seguimos así, pienso que podemos ascender y jugar seis meses más. No quiero que digan: “‘Saquen a ese que solo pasa caminando”’. Mejor me retiro y noyo a que el fútbol me retire a mí.
¿Te mirás como técnico?
Ya tengo dos niveles de entrenador. Yo aspiro a llegar a Primera División, pero tenés que ir paso a paso, no tenés que acelerar, podés tener oportunidad en Segunda o Reservas. Mi sueño es dirigir en Primera y estamos estudiando. Mi idea es que mis equipos jueguen bien, pero que también defiendan bien, oO sea, que debés tener un balance, pero la prioridad es que el equipo juegue bien.