Aferrado a sus dos torres en la ofensiva, el León sabía sobrevivir a una zaga llena de nervios y se lanzaba al ataque con el juvenil Jared Velásquez y José Mario Pinto, acaso los sobresalientes de un equipo al que le cuesta anotar goles.
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Tuvo que llegar el minuto 23 y una combinación entre Yustin Arboleda y Jerry Bengtson para que Cristhian Altamirano le ganara el espacio a César Oseguera, que “sopló” al ex-Real Sociedad afuera del área para que Melvin Matamoros y su asistente, Juan Carlos García, decretaran mal falta penal para el Rey de Copas.
Al 25, Jerry Bengtson cambió el “regalo” por gol y Olimpia lo ganaba, mostrando aunque sea un poco más de ambición que el rival, que ni por tener a Ramón el Primitivo Maradiaga en el campo llegaba con ganas al área de Rafa Zúniga, inseguro cuando venía un centro loco.
Y en medio de un partido enredado en la mitad del campo, Platense casi llega al empate con un gol de otro partido al minuto 66. Nuevamente, se vio muy mal la zaga merengue y Yerson Gutiérrez puso a rezar a los olimpistas con un remate machucado que pasó saludando la meta de Rafa Zúniga, con cara de pánico. Al 78, el exportero del Tense volvió a salir mal y Gutiérrez volvió a fallar otra clara.
Olimpia no reaccionaba, mientras en el ambiente olía al segundo tiempo del partido contra Vida (que empató en el último minuto jugando con uno menos). Jorge Benguché, Jamir Maldonado y Allan Banegas trataron de hacer despertar al León, que se agarraba como náufrago a su bote a ese ínfimo 1 a 0.
Hasta que el propio Rafa Zúniga quiso borrar su errática noche y mandó un servicio que engañó a la zaga selacia para que apareciera la figura de Jorge el Toro Benguché, a quien Pedro Troglio tiene la misión de devolverle la confianza. Y el Toro hizo doblete, al 83 de cajón y al 87 con un derechazo infalible. Para muchos, el León no convence, pero sigue de líder.
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