Ohio, Estados Unidos.- La ola de robos a casas de estrellas de NFL que ya tuvo entre sus víctimas los hogares de Patrick Mahomes y Travis Kelce, alcanzó el domicilio Joe Burrow, ‘quarterback’ de Cincinnati Bengals, informó la Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton, Ohio.
“La habitación del domicilio fue saqueada. El Sr. J Burrow estaba fuera de la ciudad y no pudo proporcionar detalles sobre qué objetos se llevaron de la casa”, fue parte del contenido del informe policial sobre el caso.
El hogar del mariscal de campo de los Bengals fue asaltado durante la noche del pasado lunes mientras el jugador y su equipo vencían a Dallas Cowboys en el partido de la semana 13 en el AT&T Stadium de Arlington (Texas).
El pasado 21 de noviembre la NFL emitió una alerta de seguridad a los 32 equipos para tomar precauciones ante los reiterativos hurtos realizados por una red criminal transnacional que tiene como blanco a deportistas profesionales.
La casa de Burrow se unió a los robos que sufrieron el pasado 7 de octubre los hogares de Mahomes y Kelce, de los campeones Chiefs, mientras ellos jugaban ante los New Orleans Saints. Situación que también sufrió Linval Joseph, ex tackle defensivo de los Dallas Cowboys en la última semana de septiembre.
En la alerta que emitió la NFL habla sobre lo “sofisticada y bien organizada” que trabaja esta red criminal por lo que instaron a los jugadores a mejorar sus sistemas de seguridad en puertas y ventanas y tener cuidado al compartir en sus redes sociales información sobre sus planes, ubicaciones, costumbres y artículos de lujo.
Según la información difundida por la liga los delincuentes no son agresivos y no roban casas mientras los residentes están dentro. Para realizar los robos utilizan registros públicos para encontrar las direcciones de los jugadores, para luego realizar una vigilancia exhaustiva días antes de la operación.
El siguiente paso es rastrear los horarios del equipo y las cuentas de redes sociales de los jugadores y sus familias; esperan hasta que las casas están vacías, preferentemente durante los juegos, luego entran y roban dinero en efectivo y artículos como joyas, relojes y bolsos. Su atención se centra en los dormitorios principales y armarios.