El tribunal de disciplina de la UEFA decidió este martes una 'descalificación en suspenso' de Rusia de la Eurocopa, es decir, la exclusión inmediata del equipo ruso en caso que sus hinchas vuelvan a protagonizar incidentes dentro de los estadios antes del final del torneo.
La medida llega en respuesta a los incidentes generados por los aficionados rusos el sábado pasado al final del partido Inglaterra-Rusia (1-1) por la primera jornada del grupo B de la Eurocopa, aunque los disturbios más graves ocurrieron a lo largo de toda esa jornada en las calles de Marsella.
Tras esos hechos violentos con epicentro en el Viejo Puerto, hubo 35 heridos, uno de ellos sigue en 'estado crítico pero estable'.
Inmediatamente después, el presidente de la Federación Rusa de Fútbol (RFU) y ministro de Deportes Vitali Mutko anunció que su país 'acatará' las sanciones impuestas por la UEFA por 'disturbios, uso de bengalas y conducta racista' de sus aficionados presentes en el Velódromo de Marsella.
'La sanción disciplinaria se ha tomado y pronto vamos a recibir la notificación oficial. ¿Cómo no íbamos a acatar la decisión de la UEFA?', declaró Mutko, citado por la agencia TASS.
La Federación Rusa también fue multada con 150.000 euros (170.000 dólares) por los altercados causados por los aficionados rusos el pasado sábado tras el partido contra Inglaterra en Marsella (1-1), a los que acusa de disturbios, cánticos racistas y lanzamiento de bengalas.
El dirigente ruso, no obstante, consideró 'excesivas' las sanciones y calificó de 'enorme' la multa impuesta, aunque admitió que se esperaban unas decisiones así. 'No tiene sentido apelar', precisó.
Mutko deploró que las sanciones afecten a la selección. ¿Qué tiene que ver el equipo con todo esto? No ha hecho nada para que sea sancionado', dijo.
Separados por sólo 40 km
La UEFA, que sólo tiene competencia para sancionar lo que ocurre dentro de los estadios, tomó estas decisiones después de que hinchas rusos rompiesen el cordón de seguridad en el Velódromo marsellés y cargaran contra los aficionados ingleses, unos incidentes que se unieron a los graves enfrenamientos ocurridos en la ciudad.
El próximo partido de Rusia, contra Eslovaquia, se disputará el miércoles en Lille (13h00 GMT), un encuentro que preocupa a las autoridades francesas puesto que al día siguiente se disputará el Inglaterra-Gales en Lens, dos ciudades apenas separadas por 40 km, por lo que los aficionados de los dos países podrían volver a encontrarse.
Rusia, que será el anfitrión del próximo Mundial en 2018, disputará el último duelo de la primera fase el lunes 20 de junio en Toulouse (19h00).
Hinchas rusos fueron controlados el martes en la zona de Alpes Marítimos para conocer detalles de su indentificación.
Algunos fueron conducidos a un centro de detención para luego ser expulsados del territorio, ya que hay sospechas de que pueden causar problemas de orden público después de los incidentes graves en Marsella el fin de semana pasado, indicó la prefectura de policía del lugar a la AFP.