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Vilanova deja el Barça para afrontar el partido de su vida

Los jugadores azulgranas, sus rivales y el mundo del fútbol se solidarizan Tito y su batalla contra el cáncer que padece.

19.07.2013

Tito Vilanova, que sucedió a Pep Guardiola al frente del Barcelona el pasado verano, tiene que dejar el club
sólo un año después por enfermedad, habiendo logrado una Liga en un difícil curso en el que tuvo que ausentarse durante dos meses para luchar contra su cáncer en Nueva York.

Mano derecha de Guardiola durante los cuatro años en los que el Barcelona asombró al mundo -14 títulos entre 2008 y 2012-, Vilanova mantuvo la racha de éxitos y consiguió el campeonato español con gran autoridad (igualó el récord de puntos de la competición; 100, conseguido por el Real Madrid el año anterior).

En el resto de competiciones el rendimiento no fue tan bueno. El Barcelona cayó en semifinales de la Copa del Rey contra el Real Madrid y, sobre todo, recibió un serio correctivo en la 'Champions' ante el Bayern Múnich, también en semifinales, perdiendo por 7-0 la eliminatoria.

En lo personal Vilanova sufrió en diciembre una recaída del cáncer en la glándula parótida del que había sido operado en noviembre de 2011.

El entrenador, de 44 años, se trasladó entre finales de enero y abril a Nueva York para recibir un tratamiento. Durante este tiempo dirigió al equipo desde la distancia en coordinación con su ayudante Jordi Roura.

La continuidad de Vilanova en el banquillo, a pesar del traslado temporal, y el respaldo total del club supusieron una lección de combatividad contra la enfermedad que en principio iba a extenderse esta temporada hasta que los médicos le han recomendado dejar el puesto.

Vilanova, que conoció a Guardiola en las categorías inferiores del Barcelona, tuvo como jugador una carrera más discreta que la de su amigo.

Centrocampista de clase apodado 'El Marqués', debutó en primera división con el Celta de Vigo (1992-1995). No volvió a la máxima categoría y jugó el resto de su trayectoria en equipos de segunda como el Badajoz, el Lleida, el Elche y la Gramanet, club en el que se retiró en 2002.

Como técnico fue el responsable del cadete más famoso de la historia del Barça. En 2001-2002 dirigió a un equipo de quinceañeros en el que estaban Lionel Messi, Gerard Piqué y Cesc Fábregas, con los que se reencontraría años después en la primera plantilla.

Posteriormente salió del Barcelona y dirigió a varios equipos catalanes hasta que volvió de la mano de Guardiola en 2007 para ayudarle en la conducción del filial. Un año después la pareja aterrizaría en el primer equipo.

'Tito', hombre discreto y humilde, no introdujo ningún cambio radical cuando se hizo cargo del Barcelona. Con algunos retoques personales, el equipo siguió girando alrededor de Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández.

Precisamente la confianza ciega en un reducido grupo de jugadores pasó factura al equipo, que llegó con los futbolistas más importantes muy cansados a la recta final de la temporada.

Con el comienzo de la pretemporada y el fichaje de Guardiola por el Bayern Múnich, la enfermedad de Vilanova fue de nuevo noticia este verano debido al cruce de declaraciones entre los dos amigos.

Guardiola acusó a la directiva del club azulgrana de utilizar el cáncer de Vilanova para criticarle.

'Este año ha habido demasiadas cosas en la que se han pasado de la raya, pero utilizar la enfermedad de Tito para hacerme daño es algo que no olvidaré jamás', dijo Guardiola.

'Sabéis que he intentado siempre evitar los temas personales y sólo hablar de fútbol pero escuché a Pep y creo que no estuvo acertado, me sorprendió', respondió Vilanova en su última rueda de prensa.

Un año después de hacerse cargo del equipo de su vida, Vilanova ha tenido que abandonarlo. Ahora adquiere aún más fuerza una frase que pronunció en julio de 2012, cuando asumió el puesto.

'El reto es muy grande, pero después de lo que he pasado, a lo mejor esto es un juego de niños', dijo entonces.

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